El Ibex fue incapaz de derribar al cierre el muro de los 8.000 puntos, pese a que lo superó de forma provisional durante una hora. Más tarde, se fue yendo abajo hasta perder los 7.900 puntos. La jornada tuvo una primera fase de optimismo con la aprobación del plan de recompra de deuda por parte de Atenas, unas buenas referencias de actividad industrial en China y la inminente recepción de los 37.000 millones de euros destinados a las cuatro entidades rescatadas por el Estado español. Estos hechos empujaban a la prima de riesgo hacia el entorno de los 380 puntos, mientras que en Italia caía por debajo de los 300 puntos. El panorama cambió con la decepción causada por el dato del ISM manufacturero de noviembre. El índice cayó hasta los 49,5 puntos, su nivel más bajo en cerca de tres años, desde los 51,7 puntos de octubre. El Ibex, el único europeo en rojo, perdió un 0,57%, hasta los 7.889,20 puntos. El repliegue en Londres (+0,08%), París (+0,26%) y París (+0,40%) no logró anular las ganancias. En el Ibex, Bankia (-6,69%), Caixabank (-2,89%), Popular (-2,65%) y Sabadell (-1,12%) estaban al timón del descenso del sector bancario. El resto bajaba menos de un 1%. De los grandes, el peor fue Inditex (-1,61%), al que le van llegando también recomendaciones más prudentes debido a su meteórica evolución. En lo que va de año se apunta un 64%, y desde su OPV en 2001 ha subido un 605%, equivalente a 89 euros. Mediaset (+6,58%) fue el mejor. En París, las mayores alzas correspondieron a Alcatel-Lucent y EADS, que sumaron más de un 2%, mientras que ST Microelectronis registró el peor balance.