Bakio quiere pedir un préstamo con las plusvalías que espera obtener en Ohija
El Consistorio de Bakio celebrará mañana un pleno extraordinario para aprobar un plan de rescate que contempla la solicitud de un préstamo de 5 millones de euros. Bildu denuncia que el PNV quiere afrontar ese crédito con las plusvalías que pretende obtener en Ohija.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
En sesión extraordinaria convocada a las 8.30, el Pleno del Ayuntamiento de Bakio refrendará mañana con los votos de los seis ediles del PNV y la oposición de los cinco de Bildu la operación de préstamo que quiere suscribir el equipo de gobierno de Aitor Apraiz para financiar las deudas contraídas en los últimos años, que superan los 6 millones de euros.
El plan de ajuste contempla la solicitud de un crédito de 5 millones de euros a devolver en 15 años, con una carencia de dos ejercicios más. Con ese dinero, se quieren amortizar sendos préstamos con BBK y La Caixa, así como las liquidaciones negativas del fondo foral de financiación municipal Udalkutxa de 2009 y 2011, que aún no se han devuelto por la ausencia de ingresos. Tras analizar sus datos económicos, aventuran que a partir de 2013 el Consistorio dejará de presentar ahorro neto negativo.
Una vez aprobado por la mayoría jeltzale, el plan de ajuste necesita ser validado por la Diputación vizcaina para poder formalizar el préstamo millonario. Lo curioso es que, en plena «crisis de la burbuja inmobiliaria», la operación se justifica en los hipotéticos ingresos que el equipo de gobierno del PNV presume que obtendrá de varios proyectos urbanísticos que figuran en las Normas Subsidiarias (NNSS) de Bakio y que están paralizados.
A pesar del informe del secretario-interventor municipal que avala la operación, Bildu rechaza ese plan de ajuste al estimar que es «irreal y ficticio» y, por lo tanto, «no es viable». Tampoco pasa por alto la coalición soberanista de izquierda que incluso ese funcionario pone en duda el ingreso de más de 7 millones por plusvalías y otros impuestos asociados a las nuevas edificaciones.
Entre las operaciones inmobiliarias que Apraiz y su equipo dicen que se van a reactivar está la de Ohija, junto al biotopo de Gaztelugatxe, que incluye un campo de golf y la construcción de 248 viviendas, según los últimos cambios que se introdujeron en 2008 en el Plan Parcial que afecta a 6,2 hectáreas. Ese proyecto fue muy contestado por ecologistas y vecinos, motivando un importante movimiento social en Bakio, desconocido hasta entonces en la localidad costera.
«El PNV pretende salvar la situación económica de Bakio con la misma fórmula que le ha hundido. Vuelve a dar la espalda a la ciudadanía y decide zanjar el futuro de nuestro pueblo en 72 horas», denuncia Bildu, que anuncia que se opondrá a los planes jeltzales.
Bildu insta a la Diputación vizcaina a que analice la viabilidad del plan municipal de ajuste para Bakio, que según la coalición se basa otra vez «en la burbuja inmobiliaria».