En un momento en el que, especialmente a raíz de la impresionante manifestación de la Diada, la independencia ha tomado un lugar central no solo en la agenda política de Euskal Herria sino también en la de los Paisös Catalans, la red Independentistak presenta ``Bagoaz'', que recoge los principales argumentos a favor de un Estado vasco libre. La ocasión es buena además para poner termómetro a esta demanda que va creciendo según todos los indicadores.

¿Cuáles son las ideas principales que recoge el libro?

No se trata de un estudio, es más bien un material de base para toda persona independentista, que sirva para enriquecer su argumentario y afrontar con seguridad la lucha ideológica. Hemos tratado de resumir el sentir personal de cada uno en once grandes razones para ser un Estado en el mundo. Ahí se encuentran, entre otras, el elemento lingüístico (el euskara), la cultura, el desastre económico al que nos arrastra el Estado español, y por supuesto, la propia voluntad de querer ser libres, de ser independientes.

Desde Independentistak anunciaron un procedimiento popular para recoger esta «tormenta de ideas», ¿qué grado de implicación han logrado?

La respuesta ha sido muy positiva. Hemos trabajado mucho en internet, pero también hemos realizado varios debates pueblo a pueblo, reuniones con sectores específicos... Dentro de nuestras opciones, hemos hecho un esfuerzo para llegar a la máxima gente posible.

Constatan que hay nuevos independentistas en los últimos tiempos, ¿desde qué ideas se les acercan?

Nosotros planteamos que el independentismo del siglo XXI no se puede plantear como un proyecto abertzale. Tiene que tener una dimensión superior. El independentismo tiene que ser referencia de futuro para todo ciudadano de Euskal Herria, superando los espacios nacionalistas. Creo que en un futuro muy cercano va a haber muchísimos independentistas que llegan a ese sentimiento por la vía de la realidad social, el futuro económico, etcétera.

¿No existe cierto riesgo en eso? Esto es, si el Estado español supera la crisis, ¿esos nuevos independentistas podrían abandonar esas ideas?

Puede ser en parte, pero nosotros pensamos que todos los caminos por los que se llegue al independentismo se van integrando en una gran vía. Junto a ello, hay que tener en cuenta que Euskal Herria tiene una idiosincrasia económica importante y experiencias de autogestión y estructuración social. Eso es un estilo vasco, una forma de hacer las cosas también en el tejido productivo, y creemos que esa identidad económica propia va a tener cada vez más peso.

El resultado electoral en Catalunya, ¿es un pequeño jarro de agua fría para los independentistas vascos a tenor de las expectativas precedentes?

La Diada supuso un terremoto político y ayudó a situar la independencia en el plano terrenal, sacándolo del utópico. Otra cosa es, que en el juego político de las siglas, los resultados sean diferentes. Como red no solemos analizar los resultados de los partidos, pero se constata que el Parlament refleja una amplia mayoría soberanista, y no hablemos ya del derecho a decidir.

Y del nuevo Parlamento de Gasteiz, ¿qué esperan? El futuro Gobierno de Urkullu no parece que tenga la independencia en su agenda...

No entramos a valorar las posturas concretas de partidos o dirigentes. Queremos mantener cierta transversalidad, uniendo a personas de diferentes orígenes.

¿Puede formarse un abismo entre el sentimiento independentista a nivel social e institucional en caso de que no se consiga una activación en este espacio?

Creo que si realmente hay un movimiento socialmente potente a favor de la independencia, va a obligar al ámbito institucional a que dé pasos en ese sentido. Hay que crear las bases y condiciones para crear una mayoría independentista en Euskal Herria.

Independentistak surgió para hacer un trabajo a largo plazo por la independencia, ¿qué balance hacen del camino que van recorriendo?

Muy positivo. Creíamos que la referencialidad social de la red tardaría años en llegar, y en cierta medida, nos hemos sentido superados. Un claro ejemplo es el Aberri Eguna, una convocatoria que tradicionalmente se hacía por siglas y que está pasando a un escenario unitario muy claramente. Nosotros creemos que el Aberri Eguna debe estar por encima de siglas, mostrando hacia fuera y hacia dentro de Euskal Herria que aquí existe un pueblo, vivo, con proyecto, con ilusión y con futuro, por encima de matices.