Dos décadas después de que viese la luz «Los días de Argel», el donostiarra Iñaki Egaña y el italiano Giovanni Giacopuzzi vuelven a publicar un libro a cuatro manos. Veinte años no son nada, decía Gardel, pero si en 1992 la base de su trabajo eran las conversaciones que tuvieron lugar entre el Gobierno español y ETA tres años antes en la ciudad africana, en este 2012 analizan la reacción del Estado después de que la organización armada decretase el fin de sus acciones. Algunas cosas sí han cambiado, otras no tanto.

«La construcción del enemigo. ETA a la vista de España (2010-2012)» es el «elocuente título» de este trabajo con ribetes periodísticos, una «crónica política» en palabras de Mikel Soto, de la editorial Txalaparta, que también publicó su anterior trabajo conjunto, amén de los libros que ambos han escrito individualmente.

El prólogo es obra del exdirigente de ETA Eugenio Etxebeste, Antton, quien fuera uno de los principales interlocutores de la organización armada en Argel y que pasó muchos años deportado en la República Dominicana.

Según se explica en la contraportada, el libro trata de reflejar cómo tras el cese de ETA «el Estado español continuó generando un enemigo a su medida para mantener las claves de la llamada Guerra del Norte en parámetros bélicos».

Giovanni Giacopuzzi apuntó que la idea del libro «nació en una de nuestras discusiones», facilitadas actualmente por las modernas teconologías que hacen más fluido el contacto. El soporte básico es la idea de que a lo largo de la historia, y en cualquier conflicto, todas las partes construyen a su enemigo.

De este modo, la primera parte del libro se acerca a este concepto desde un punto de vista teórico, tomando como punto de partida el final de la Segunda Guerra Mundial y el inicio de una Guerra Fría que fue, según los autores, «el paradigma de la negación del otro».

En el libro se recoge una frase del diplomático soviético Alexander Arbatov tras la caída del muro de Berlín: «Vamos a hacerles el peor de los favores, les vamos a privar del enemigo». El cese de la organización armada estableció ese mismo parámetro, pero el Estado español se mantiene aferrado al «todo es ETA» patentado por el juez Baltasar Garzón.

En el libro hay 58 episodios que dan fe de ello, desde el juicio por el «caso Bateragune» hasta las recientes elecciones autonómicas. No faltan algunos ejemplos anteriores de esa «manipulación», alusivos al atentado contra Carrero Blanco, la desaparición de «Pertur» o la muerte de la niña Begoña Urroz.