El Ibex trató de ganar los 8.000 puntos, pero terminó desfondándose hasta acabar por debajo de los 7.900 puntos. Por tanto, asistimos a una jornada que empezó con brío y fue languideciendo según se sucedían las informaciones en Estados Unidos, Europa y el Estado español. Al otro lado del Atlántico, el cariz de las referencias vespertinas era mixto. En noviembre se crearon 118.000 empleos en el sector privado, cuando se esperaban 125.000 nuevas nóminas. En el lado positivo se colocaba el ISM de servicios, que alcanzaba los 54,7 puntos, algo mejor de lo previsto. Mientras tanto, en Europa, el MEDE emitía 39.500 millones de euros en deuda para financiar el rescate de la banca española. Además, Gran Bretaña rebajaba las estimaciones del PIB para este año y el siguiente. En el Estado español, la prima de riesgo repuntaba hasta sobrepasar los 400 puntos, tras haber colocado el Tesoro 4.250 millones de euros en bonos y obligaciones. La cara de la subasta estuvo en el recorte de los intereses y la cruz en la imposibilidad de obtener la cantidad prevista. El Ibex cayó un 0,24%, hasta los 7.883,20 puntos. En el resto de Europa, sin embargo, el desenlace fue diferente. Así, Londres sumó un 0,39%, París, un 0,28%, y Fráncfort, un 0,26%. En el Ibex, continuaba la toma de beneficios en Inditex (-2,06%), el peor de la jornada, en tanto que Endesa (+4,37%) y Mediaset (+3,80%) despuntaban entre los ganadores. BBVA (+0,58%) era el único en verde de los pesos pesados. En París, los mejores fueron Bouygues (+6,10%) y Alstom (+3,78%) y Unibail (-1,73%) encajaba el mayor descuento.