CRíTICA: «Cruz del Sur»
Un viaje vital con billete de ida y vuelta
Mikel INSAUSTI
La pareja de debutantes en el largometraje que forman los catalanes David Sanz y Tony López ya habían dirigido juntos hace un par de años el corto «Lastrain». Pero el proyecto de su ópera prima conjunta viene de lejos, cuando a mediados de la pasada década Sanz hizo en solitario el corto «Lo más importante», donde denunciaba el trato que se da a los inmigrantes. Allí ya aparecía la figura del uruguayo que deja su país para buscar trabajo en Barcelona, por lo que se puede decir que fue el primer borrador de «Cruz del Sur».
El título de la película se refiere a la constelación que los habitantes de América del Sur dejan de ver cuando llegan a Europa, como si entonces perdieran su guía o mapa estelar en el cielo. Es una metáfora muy bella y expresiva de la desorientación que sufre el protagonista, que intenta hacer una nueva vida en su destino pero sin poder evitar pensar en lo que quedó atrás. En Montevideo ha dejado a su familia, creyendo que si le va bien y consigue trabajo podrá costearse los billetes para que se reunan con él en Barcelona. Eso es la teoría, porque en realidad cada lugar representa alternativas opuestas. Al encontrarse solo disfruta de una libertad que las obligaciones familiares en origen no le permitían, así que aprovecha su segunda o tardía juventud durante noches que se alargan, amén de hacer relaciones en el restaurante en el que mete horas fregando platos, en especial con una camarera por la que se siente atraido.
También hay un buen amigo argentino, que sirve de contrapunto cómico. De esta manera del drama social se va pasando al tono de comedia, tanto en cuanto Sanz y López quieren mostrar el lado más cotidiano y emotivo del problema de la inmigración, pues no en vano tienen a Juan José Campanella como maestro inspirador. Todo lo que cuentan es muy sencillo y cercano, gracias a que la falta de medios y de presupuesto favorece la utilización de planos cortos dentro de una ambiente intimista, que nunca resulta forzado o fruto exclusivo del guión previamente escrito.