Los talibanes reivindican el ataque contra el jefe de los servicios secretos afganos
GARA | KABUL
El jefe de los servicios secretos afganos, Asadulá Jalid, uno de los hombres clave del poder y enemigo jurado de los talibanes, fue herido ayer en un atentado suicida en Kabul. Horas después, los talibanes reivindicaron a través de un comunicado el ataque, asegurando que habían dejado a Jalid «en coma» y que habían matado a «varios miembros de los servicios de inteligencia». «Uno de nuestros combatientes perpetró el ataque suicida», señalaron.
Jalid fue trasladado en helicóptero a un hospital de la base militar de Bagram, cercana a Kabul y controlada por el Ejército de EEUU. Su estado era grave.
El presidente afgano, Hamid Karzi, designó en agosto a Jalid, entonces ministro de Fronteras y Asuntos Tribales, al frente del Directorio Nacional para la Seguridad, los servicios secretos afganos. Su nombramiento desató cierta polémica entre algunos sectores políticos del país asiático, lo que obligó a Karzai a someter la candidatura de Jalid a votación en el Parlamento afgano, donde finalmente obtuvo un respaldo suficiente.
Sobre él pesan acusaciones de torturas por parte de organizaciones de derechos humanos.