El BCE prepara la rebaja de tipos en 2013 tras empeorar sus previsiones económicas
El Banco Central Europeo (BCE) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía de la zona euro correspondientes a este año y el siguiente, para cuando espera una recuperación «gradual», según informó el presidente de la entidad, Mario Draghi, quien reveló que en la última reunión del año del Consejo de Gobierno de la entidad se registró un «amplio debate» respecto a la posibilidad de rebajar los tipos de interés.
GARA | FRÁNCFORT
«Hubo un amplio debate sobre la posibilidad de bajar los tipos, la decisión se tomó por consenso», admitió Draghi, al tiempo que explicaba que la entidad no se había planteado nada nuevo sobre imponer tipos negativos a la facilidad de depósito, lo que implicaría cobrar a los bancos de la eurozona un interés por el dinero guardado diariamente en la hucha del BCE.
De este modo, y ante el empeoramiento previsto por la institución de la situación económica en la zona euro, el debate existente en el seno del BCE sugiere la posibilidad de que el «Guardián del euro» acometa nuevas bajadas de la tasa rectora de la moneda común en 2013.
La necesidad de adoptar nuevas medidas para paliar el deterioro de la economía se apoya en las nuevas previsiones del BCE, que contemplan una contracción de entre seis y cuatro décimas de la actividad económica de la zona euro en 2012, mientras que para el próximo año la evolución del PIB oscilará entre una caída de hasta el 0,9% o un crecimiento de tres décimas. Así, el instituto emisor aplaza el retorno a un crecimiento saludable de la región hasta 2014, para cuando la institución augura una horquilla de crecimiento de entre el 0,2% y el 2,2%. En sus anteriores pronósticos, el BCE manejaba una horquilla de crecimiento de entre el -0,4% y el 1,4% en 2013.
Revisión de la inflación
Como consecuencia del mayor debilitamiento de las economía de la zona euro, el BCE revisó también a la baja sus previsiones de inflación armonizada, que espera que cierre este año en el 2,5%, para moverse en 2013 entre el 1,1% y el 2,1%, mientras que para 2014 se situaría entre el 0,6% y el 2,2%.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno del BCE decidió prolongar «mientras sea necesario» las actuales reglas que rigen sus operaciones de liquidez, en las que las entidades ven satisfechas sus demandas de fondos a un tipos de interés fijo y sin límite de cantidad.
De este modo, el BCE desarrollará sus operaciones semanales de refinanciación bajo estas condiciones más relajadas al menos hasta el próximo 9 de julio de 2013 y se mantendrá en uso también para las operaciones especiales de refinanciación del Eurosistema al menos durante el segundo trimestre del próximo año.
Supervisor bancario
En su comparecencia, Draghi mostró su confianza en que los líderes europeos alcancen un acuerdo la próxima semana sobre el supervisor bancario único para la zona del euro y dijo que las discrepancias entre países son normales.
«No tengo una expectativas tan bajas, tengo confianza», añadió, en que los veintisiete países de la UE alcancen un consenso sobre las bases legales necesarias para ir desarrollando el supervisor bancario a partir del primero de enero, tarea que asumirá el propio BCE.
Sin embargo, Draghi recalcó el consenso y la voluntad que existe entre los países respecto a la necesidad de contar con un supervisor bancario único.
Los Estados miembros tendrán que superar esas diferencias, que el pasado martes impidieron a los ministros de Finanzas (Ecofin) alcanzar un acuerdo al respecto, en la cumbre comunitaria del 13 y el 14 de diciembre.
Las previsiones contemplan una contracción de entre seis y cuatro décimas de la actividad económica de la zona euro en 2012, mientras que para 2013 la evolución del PIB oscilará entre una caída de hasta el 0,9% o un crecimiento de tres décimas.
Entre el 13 y 14 de diciembre se celebrará la cumbre comunitaria que debe de alcanzar un acuerdo sobre la figura del supervisor bancario único, que no pudieron lograr el pasado martes los ministros de Finanzas en el Ecofin.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, publicó ayer su hoja de ruta -con medidas concretas y calendario- para corregir los defectos estructurales de la eurozona y garantizar la irreversibilidad del euro. Su propuesta renuncia a los eurobonos y retrasa a después de 2014 la creación de un presupuesto para la eurozona, que podría pagar la prestación por desempleo de los países en crisis.
El plan de Van Rompuy -elaborado conjuntamente con los presidentes del BCE, Mario Draghi; del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso- representa un triunfo de la postura de Alemania, que rechaza cualquier tipo de mutualización de la deuda, frente a los estados francés y español y la Comisión, que defendían la emisión de eurobonos como receta para estabilizar la eurozona y generar confianza. De hecho, la hoja de ruta renuncia también a uno de los tres pilares considerados fundamentales para construir una unión bancaria: la creación de un sistema común de garantía de depósitos, una iniciativa que Berlín también rechaza.
El plan será debatido y aprobado en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los 27 que se celebrará en Bruselas los próximos días 13 y 14 de diciembre.
La primera fase de la hoja de ruta -que cubre 2012 y 2013- tiene como prioridad garantizar la sostenibilidad presupuestaria y «romper el vínculo entre bancos y Estados". Para ello, Van Rompuy reclama completar la legislación que refuerza el Pacto de Estabilidad y da más poderes a la Comisión para intervenir en los presupuestos nacionales. GARA