Fermin Munarriz Periodista
Y además, morosos
Creían que ya lo habían visto todo? Ingenuos... Ni la indignación social (esto es una conjetura), ni las leyes (esto un sarcasmo), ni el Código de Buenas Prácticas Bancarias (y esto chiste) sacian la voracidad de las bandas de forajidos que cabalgan impunemente por nuestras calles.
No les es suficiente haber generado una crisis de magnitud incalculable, haberse enriquecido obscenamente, haber saqueado la economía de países, haber provocado la ruina y el paro a decenas de miles de pequeñas empresas y trabajadores... No es suficiente arrojar con fiereza a familias enteras a la calle por no poder pagar la mensualidad de hipotecas que más bien parecen una cadena perpetua. No es suficiente... Los rufianes son, además, morosos.
Disculpen que maneje datos del Estado español, pero los vascos no disponemos de control propio ni para esto. Tampoco importa; a fin de cuentas, para esa calaña la única patria es la cuenta de resultados y la cámara blindada de los paraísos fiscales.
Los desahucios han proporcionado a las entidades financieras miles de pisos vacíos que, al igual que los del resto de mortales, tienen obligaciones como pagar las cuotas de los servicios comunes del vecindario. Una reciente información de administradores de fincas han desvelado que estos nuevos inquilinos bancarios deben hasta 150 millones de euros en recibos de comunidad de vecinos impagados; es decir, el 10% de la morosidad total.
Las deudas con los prójimos del portal van desde los 300 a los 15.000 euros, pero según los informantes, la única razón que entienden los bancos es estrictamente la del beneficio económico. Acceden a pagar cuando ya no les queda más remedio porque se va a iniciar un procedimiento judicial que saben que perderán y les resultará más caro. «La gente se sorprendería hasta dónde puede llegar un banco para ahorrarse 130 euros», revela con desolación uno de los informantes de la crónica.
La banca española obtuvo el año pasado 8.295 millones de euros de beneficios. La crisis que provocaron generó primero paro, luego dificultades para pagar los préstamos y, finalmente, desalojos salvajes de viviendas para apropiarse de ellas y volver a venderlas. Y ahora crean problemas hasta en la limpieza de la escalera y el ascensor. Porque no pagan la mensualidad.
¿No sería más rentable desahuciar directamente a los bancos?