Como si del mítico saltador Jonathan Edwards se tratara, Jon Jaunarena tratará de dar esta tarde en el Labrit iruindarra la última batida de ese salto perfecto que lo puede convertir en el primer pelotari que consiga las tres txapelas de Promoción en un mismo año. En la misma Bombonera, el delantero de Leitza se caló la txapela del Parejas con Cecilio como zaguero, venció a a todo un aspirante al Parejas de primera como Ezkurdia en el Manomanista y Álvaro Untoria será hoy su último obstáculo para redondear una temporada inmejorable, con solo 20 años y dos como profesional.

No obstante, por muchos comentarios que hayan podido surgir en torno a este hecho histórico, el pelotari de Leitza no quiere mirar más allá de la posibilidad de ganar otra txapela, algo a lo que uno nunca termina de acostumbrarse. «La verdad es que no me paro mucho a pensar -reconoce-. Ahora solo tengo en mente la final contra Untoria y lo demás son comentarios que me hace la gente cuando me para por la calle. Si consigo la txapela el sábado -por hoy-, lo veré de otra manera», señalaba en declaraciones recogidas por Aspepelota.com.

Pero, al margen de títulos y logros que engorden su palmarés, las txapelas individuales tienen el premio de abrir las puertas de los campeonatos de Primera al ganador, un coto donde no resulta nada sencillo colarse, mucho menos con poco más de 20 años. «Llevar dos años en profesionales y poder jugar con los de arriba, con tus ídolos, es una pasada para un pelotari joven como yo».

El año está siendo redondo pero, a pesar de su bisoñez, Jon Jaunarena tiene los pies en el suelo. «Está siendo un año muy bueno para mí. Llevo dos años en profesionales y, afortunadamente, he logrado calarme dos txapelas. Pero esto es como todo, una buena racha. Cuando debuté en 2011, me pasé mucho tiempo en el dique seco por las lesiones», agregó.

Problemas de manos

Poseedor de dos manos excepcionales, a sus herramientas les ha costado un poco adecuarse al material de profesionales y su estado suele ser la mayor incógnita en cuanto a su rendimiento. «La verdad es que llevo mucho tiempo sin jugar -disputó la semifinal ante Elezkano el 19 de noviembre-. Ese partido terminé con las manos tocadas y descansé. Luego vino el aplazamiento. El martes hice un entrenamiento y las sensaciones no fueron todo lo buenas que quería. En cambio, en el partido que jugué en Eibar, en San Andrés, me quedé muy satisfecho».

Y esta tarde tendrá que volver a estar bien, ya que es consciente de que Álvaro Untoria es uno de esos pelotaris que apenas regala ninguna pelota y que, por muy adversas que le vayan las cosas, nunca se deja llevar. «En el partido de semifinales de Leitza sufrí mucho para ganarle. No da por perdida ninguna pelota. Tendré que jugar muy serio», explicó Jaunarena.

Además, el delantero de Aspe es consciente de que ese último precedente (22-15), el de su partido de cuartos en Leitza, no sirve como referencia, ya que contaba con un condicionante muy especial. En aquella ocasión, al de Nájera le bastaba con hacer 15 tantos para estar en semifinales y, una vez alcanzada esa cota, se relajó bastante.

El de Asegarce, que dio la sorpresa ante los suyos al superar a Rico IV en semifinales, ya está completamente recuperado del golpe que se dio en el costado en ese mismo partido y acude a la final con las ideas muy claras.

«De momento estoy tranquilo, pero el día de la final seguro que los nervios aparecerán por ahí. Será un partido difícil, porque él está en un buen momento de juego y además de manejar bien el juego de aire, acaba fácil el tanto. Yo le jugaré a los pies, peloteando atrás y, cuando tenga oportunidad, iré a finalizar», señaló el zaguero najerino.