A orillas del mar Negro, el presidente ruso, Vladimir Putin, dio ayer inicio a la construcción del gasoducto South Stream, de 2.400 kilómetros, que permitirá el suministro de gas ruso a los países del sur de Europa. «Junto al Nord Stream, el South Stream (por el mar Báltico) creará las condiciones para el suministro seguro a nuestros principales consumidores en Europa, en concreto, en el sur de Europa. 63.000 millones de metros cúbicos es un gran volumen», dijo Putin. Se prevé que esté listo en 2016 y pasará por Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia, Austria, Grecia, Rumanía, Croacia, Turquía e Italia.