El delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, afirmó ayer que consideraría «un síntoma de normalidad» que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, invitara a los representantes de las fuerzas de seguridad españolas a su toma de posesión como lehendakari en Gernika, algo que si no hay sorpresas en el pleno de investidura será el sábado 15.

Según defendió el portavoz del Ejecutivo español en una entrevista concedida a la Cadena Ser, y recogida por la agencia Europa Press, las FSE «merecen ser invitadas» a la toma de posesión del lehendakri porque «forman parte de esta sociedad, aportan un trabajo muy importante, y han jugado un papel fundamental, primordial para normalizar esta sociedad, y en la derrota del terrorismo».

Asimismo, sin reparar en cuestiones como las denuncias por torturas que acumulan estos cuerpos, Urquijo recordó que las FSE mantienen competencias relacionadas con el tráfico de drogas, los delitos económicos o el control de la inmigración.

Ni hablar de «secesión»

De cara a la presente legislatura, el delegado de Mariano Rajoy en la CAV deseó que las relaciones entre los gobiernos de Madrid y Gasteiz sean «buenas». En este sentido, anunció que, después de que Iñigo Urkullu tome posesión de su cargo, solicitará una reunión para «tenderle la mano» y ofrecerle la colaboración de la Delegación española como «cauce» en las relaciones con La Moncloa.

«Espero que esas relaciones puedan ser fluidas y se pueda colaborar en los problemas que realmente quitan el sueño a los vascos y españoles, que evidentemente no son ni la secesión, si las asimetrías, ni la reforma de la Constitución», concluyó el exparlamentario del PP.