Nerea GOTI

Municipios vizcainos como Basauri o Sestao han optado por aparcar momentáneamente el sistema de recogida neumática de basuras después de haber realizado inversiones millonarias en su instalación. La decisión ha reabierto en estos puntos el debate entre defensores y detractores de la succión de basuras. «La basura neumática, donde funciona, es estupenda. No hay olores, no hay ruidos y no hay camiones recogiendo basuras por las calles y te da la opción, como vecino, de tirar la basura a cualquier hora del día y no se sufre el olor que puede darnos un contenedor», señalaba en un medio un vecino apenado por la decisión del Gobierno municipal de Basauri (PNV).

El problema, hasta para sus defensores, es que continuar con la instalación del sistema de succión de las basuras en la localidad fabril costaría más de 5 millones de euros y eso para llegar a cubrir solo una parte del casco urbano. Así que, después de invertir millones, lo ya construido no entrará en funcionamiento, por lo que parte se ha reformado con mobiliario urbano, para mitigar su impacto. El proyecto «se ha detenido por falta de dinero no por otra razón», señalan desde Bildu, formación para la que esta alternativa además de cara no es la más adecuada para el tratamiento de las basuras. «Los residuos que se depositan en los buzones van a la planta de tratamiento y luego hay que separarlos y conducirlos a Zabalgarbi, gestión por la que también hay que pagar una tasa a Diputación», explican. «En su día nos pronunciamos en contra porque tiene unos costes muy altos, en dinero y en consumo energético, hay que seguir pagando ese cannon a Diputación y no es un buen sistema para avanzar en el reciclaje», valoraron desde la coalición soberanista.

En Sestao, en el anterior mandato municipal, la Alcaldía del PNV invirtió 6 millones de euros de acuerdo a un Plan Director para la recogida neumática de Basuras que llegó a instalar la tubería en 12 calles en la localidad, lo que supone poco más de l 10% de la red, según explica el Gobierno municipal. Cuatro años después, la nueva Alcaldía, también con el PNV al frente, ha parado el sistema, aunque no lo ha descartado, ya que el Plan Director sigue en vigor. En declaraciones a la agencia Europa Press, fuentes municipales calcularon en 20 millones la inversión necesaria para completar la red de recogida neumática, sin contar los gastos de explotación y mantenimiento de la misma, que se estiman bastante importantes a la luz de la experiencia en localidades en las que la red acumula años de funcionamiento y donde «se están viendo obligados a hacer fuertes inversiones» para mantener operativo el sistema.

El propio grupo municipal del PNV en Sestao introdujo otra cuestión a valorar la recogida neumática en términos económicos y de coste ambiental. Los jeltzales consideran constatado que el citado sistema «triplica el consumo energético y quintuplica la emisión de gases de efecto invernadero en comparación con el actual sistema de recogida de basuras mediante el contenedor». El alcalde de la localidad, Josu Bergara, mantiene que en la decisión de detener la implantación de la recogida neumática han pesado dos cuestiones: «cuántos millones nos cuesta meter el tubo y mantenerlo» y «qué consecuencias medioambientales» tiene, haciendo referencia a «si la basura la vamos a poder reciclar».

Voces discordantes

En Sestao hay voces discordantes con la decisión del gobierno municipal, que en este caso ha tenido el apoyo de Bildu. El PSE, por ejemplo, se opone porque cree que la medida es un «peaje» del PNV al apoyo de Bildu y porque el sistema que defiende la coalición soberanista es «colgar las bolsas de basura en un palo».

A juicio de Bildu, la historia de la implantación de la recogida neumática en Sestao es producto de los «delirios de grandeza» de anteriores gestores municipales, que en su día encontraron una vía importante de financiación en el Plan E del Gobierno Zapatero, pero no tuvieron en cuenta el alto coste del servicio y su repercusión durante ejercicios en las arcas municipales. Afirman que «nunca se tenía que haber puesto en marcha» y explican que a las dificultades y sobrecostes añadidos en un municipio que, por su orografía, representa problemas; porque se llegó a proyectar incluso la construcción de cuatro centrales de recogida de los residuos, que finalmente se han reducido a dos, se suma la implantación de dos sistemas de recogida neumática incompatibles entre sí, que no solo complica la gestión del servicio en Sestao sino que además encarece su ya alto coste.

Ediles de la coalición soberanista precisan que el tema de la recogida neumática en Sestao se ha dejado en stand by, pero no se ha descartado, porque el Plan Director sigue vigente. Al margen de la cuestión económica, desde Bildu consideran que hay otros elementos que debieran ponerse sobre la mesa en lo que a la recogida neumática respecta. Señalan que el sistema tiene un alto coste energético, «porque además hay que tener en cuenta que no está implantado en todo el municipio, luego sigue siendo necesario el tránsito de camiones y la basura sigue siendo conducida a la incineradora de Zabalgarbi». «Es una especie de agujero mágico, porque muchas veces el usuario no es consciente del depósito adecuado de residuos ni de la necesaria separación de los mismos», plantean.

inversión y mantenimiento

En municipios alaveses como Agurain y Laudio, la herencia de la recogida neumática se mantiene en activo, aunque con un coste que ahoga las maltrechas arcas locales. En el municipio de Lautada, con un Plan Financiero elaborado por el actual equipo de Gobierno local, en manos de Bildu, con el que están poniendo al día impagos que datan de 2007, la recogida neumática de basuras le cuesta al Ayuntamiento unos 320.000 euros/año, durante 30 años.

En Laudio, con algo más de tres años de experiencia en la recogida neumática, el balance de resultados tampoco está a la altura de la inversión acometida en su día. Según explicó a GARA el portavoz del Gobierno municipal, Koldo Zabala, la implantación del sistema que heredan de la Corporación anterior, con el PNV al frente, costó 6,8 millones de euros «y no da respuesta a todo el municipio, porque no está en marcha en zonas importantes como Areta, Ugarte o Latiorro. Solo está implantado en parte del casco urbano de Laudio». El día a día del sistema neumático arrastra, además, un importante gasto energético. «Necesita mucha energía, sobre todo en el caso de la recogida de papel y cartón, porque tienen un gran volumen y como se llena rápido el sistema tiene que succionar para hacer sitio», indica Zabala.

A todo esto hay que sumar el coste que tiene el mantenimiento del sistema, que en el caso de Laudio supone 147.000 euros al año, más la correspondiente subida del IPC. Teniendo en cuenta, que de la central, los envases han de conducirse a la planta de tratamiento de Zornotza BZB, el papel a la empresa Ekonor de Zamudio y el resto a Gardelegi, en el balance del Gobierno local de Laudio señalan que la parte positiva del sistema es «la mejora en el paisaje municipal, pero a costa «de una gran inversión que, a nuestro juicio, ha supuesto una hipoteca para otras inversiones necesarias» y lo que es peor, «los recursos económicos invertidos no nos han solucionado el problema de la recogida de basuras, porque no podemos olvidar que los camiones siguen teniendo que pasar por la mayor parte del municipio a transportar lo que se recoge con el sistema tradicional».

Otra de las reflexiones que Laudio pone sobre la mesa tiene que ver con la implantación de los puntos de recogida. «A la hora de diseñar la instalación hay que estudiar la ubicación más adecuada de los puntos de recogida, porque no es un sistema que aporte la flexibilidad del sistema tradicional de contenedores y puede ocurrir que se abran varios establecimientos en una misma calle y resultaría muy costoso implantar nuevos puntos en ese mismo vial», señalan desde el Gobierno de Natxo Urkixo.