Un varón de 50 años de edad falleció ayer cuando practicaba la caza en una zona de monte ubicada en la localidad vizcaina de Sopuerta al ser alcanzado por un disparo de escopeta de otro cazador. Tras tener constancia de lo ocurrido, la Ertzaintza puso en marcha una investigación para esclarecer los hechos, aunque todo apunta a que el disparo alcanzó a la víctima de forma accidental.

Según informó la agencia de noticias Europa Press, el trágico suceso tuvo lugar hacia las nueve y media de la mañana, cuando el Centro de Coordinación de urgencias «SOS Deiak 112» fue alertado de que un cazador había resultado herido de un disparo cerca de la localidad vizcaina de Sopuerta.

En respuesta a la llamada, los servicios de urgencias dependientes del Ejecutivo autonómico movilizaron a varias patrullas de la Ertzaintza, así como a un técnico de la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno de Gasteiz, que se desplazaron al barrio de Bezi, donde tuvo lugar el accidente.

Además, el Departamento de Interior envió varios equipos sanitarios y un helicóptero de la policía autonómica para socorrer al herido. Sin embargo, la víctima falleció en el lugar de los hechos debido a las lesiones causadas por el proyectil. A su llegada, los integrantes del equipo médico certificaron la muerte del cazador, del que no se facilitaron más datos.

Por su parte, los agentes de la Ertzaintza desplazados a Sopuerta identificaron al autor del disparo, supuestamente fortuito, al que le requisaron una escopeta, la munición y las licencias de caza. En el lugar del suceso también se personó una comitiva judicial, que ordenó el traslado del cadáver al Servicio de Patología Forense de Bilbo.

Dos casos en Sopuerta

Con el accidente acaecido ayer en Bizkaia ya son cinco los cazadores fallecidos en Hego Euskal Herria durante el año 2012. El primer suceso tuvo lugar el 11 de febrero en la localidad navarra de Amunarrizketa, donde falleció José Luis Burgos. El hombre, de 53 años y vecino de Milagro, perdió la vida tras ser alcanzado por una bala perdida durante una batida de jabalíes.

Asimismo, el 18 de agosto falleció ahogado en Caparroso un vecino de 55 años. Al parecer, Valentín Campo Rivas, que había salido de caza a primera hora de la mañana, pereció en un sumidero de regadío que contenía unos tres metros de agua mientras trataba de salvar a su perro.

Un mes más tarde murió un cazador de 61 años, natural de Castro Urdiales, tras recibir un tiro en el abdomen mientras participaba junto a una veintena de personas en una batida de jabalíes en el municipio de Sopuerta. En aquella ocasión, el accidente mortal tuvo lugar en el barrio de El Castaño.

El último accidente relacionado con la caza se produjo el 24 de octubre en las estribaciones del Txindoki. En aquella ocasión la víctima fue un cazador de 64 años, vecino de la localidad guipuzcoana de Ordizia, que perdió la vida tras caer desde un puesto de caza de unos diez metros de altura situado en el municipio de Gaintza.

Para evitar que este tipo de accidentes se produzcan, la Federación de Cazadores de Euskadi ofrece en su página web una serie de recomendaciones destinadas a mejorar la seguridad durante el ejercicio de la caza. Entre las mismas se recuerda que al disparar sobre una pieza de caza menor o mayor, el cazador «siempre debe tener a la vista, con la suficiente visibilidad para que en el trayecto no encontremos personas, animales u obstáculos» en los que pueda impactar el proyectil.