La jornada, José Steinsleger 2012/12/5
Palestina: parto con dolor
Triunfo de la razón frente al atropello, el reconocimiento de Palestina como Estado «observador no miembro» de la ONU (29 de noviembre de 2012) fue también el del legítimo derecho a la resistencia y lucha armada de los pueblos contra el racismo, el belicismo, el expansionismo y el apartheid.
Resolución histórica y algo más que simbólica. Pues fuera de su innegable legitimidad la ONU rectificó, implícitamente, las presiones a las que fue sometida por Washington en su primera reunión extraordinaria, obligándola a violar su carta constitutiva (San Francisco, 1945) con el apoyo de 13 gobiernos lacayos de América Latina que volcaron la votación en favor de la partición de Palestina en dos «estados»: el uno «árabe», y el otro «judío» (resolución 181, 29 de noviembre de 1947).
(...) De ahora en más, al hipermilitarizado enclave neocolonial israelí le será difícil erigirse en «país agredido». Una visión que, junto a la del cínico «derecho a la defensa», la perversa manipulación del sufrimiento judío en Alemania nazi, y el antisemitismo a la carta, Israel explotó con relativo éxito durante 65 años.
(...) la comunidad de inteligencia estadunidense revisa documentos como el titulado Preparativos para un Oriente Medio sin Israel, y oye con atención al decrépito genocida Henry Kissinger decir que «...en diez años no habrá más Israel».
Posiblemente, la alienación y desinformación de la sociedad israelí permitirán que Netanyahu se alce con el triunfo en las elecciones previstas para el próximo 22 de enero. Pero Ehud Barak (ministro de Defensa y arquitecto de la política de Tel Aviv frente al programa nuclear de Irán y de las grandes masacres de Gaza en 2008, más la que acaba de fracasar) renunció al cargo y dice que no se presentará (...).
A Netanyahu sólo le queda reforzar su alianza con el canciller nazisionista Avigdor Lieberman, quien, según el analista argentino Santiago O'Donell, habría filtrado un documento a sus embajadores diciendo que Israel podría disolver la ANP y reocupar Cisjordania si la delegación palestina presentaba su pedido en la Asamblea General (Página 12, 18/11/12).