Obligado por los tiempos actuales de crisis o quizás también debido a los nuevos modelos de diversión elegidos por niñas y niños, el gigante danés de la industria juguetera se ha visto en la obligación de descubrir sus nuevos cauces empresariales. Según ha señalado su máximo representate, Jorgen Vig Knudstorp, el crecimiento de las ventas de sus característicos juegos de construcción plásticos probablemente se ralentizará en los próximos años debido a la crisis por la que atraviesa Europa. A pesar de ello, Lego pretende impulsar su negocio apostando por el mercado asiático y, sobre todo, por las nuevas tecnologías.

«Mi propósito -señala Knudstorp- es continuar reinventando Lego. Sumarnos a la revolución digital y sacarle todo el provecho posible». El mercado mundial de juguetes cayó aproximadamente un 4% en la primera mitad del año, según estima Lego, afectado por una frágil economía mundial y una creciente competencia de los juegos digitales, ya sean en ordenadores, teléfonos móviles, tabletas o consolas. Por ese motivo, ha ido en contra de la tendencia convirtiendo la amenaza en ventaja, aliándose con franquicias mundiales de películas como «Star Wars», «Harry Potter» e «Indiana Jones» en acuerdos millonarios que incluyen juegos informáticos. La compañía también ha apostado por los dispositivos móviles con iniciativas como su aplicación "Life of George", que desafía a los jugadores a realizar una construcción Lego en un tiempo determinado.

Asia es en la actualidad su mercado de crecimiento más rápido. Como resultado de esta operación, Lego está estudiando establecer fábricas en diversos puntos del continente asiático para sumar su actual producción en Dinamarca, la República Checa, Hungría y México.