Un gol de casta de Carlos Martínez cuando comenzaba el tiempo añadido permitió a la Real salvar un punto que le permite ampliar a cinco su racha de partidos sin perder y que hizo justicia en un encuentro igualado en el que ninguno hizo méritos suficientes para ganar ni deméritos para salir derrotado.

El gol también hizo justicia con el mejor partido que ha jugado Carlos Martínez con la Real. No solo resultó providencial en la jugada del gol, sino que estuvo muy bien en defensa y más acertado que nunca en la que suele ser su asignatura pendiente, el centro. Aunque sus compañeros no lo aprovecharon, en buena medida, porque el planteamiento de Montanier de ayer fue uno de los peores desde que en el Benito Villamarín encontró hace un año la brújula y cogió el pulso al equipo y a la Liga.

Una jugada atípica -no es normal que un lateral centre en jugada y el otro remate en el área pequeña- y alinear y no cambiar a los jugadores que le pide la grada le permitió a Montanier salvar el partido sin que nadie censurara su mal planteamiento. Aunque paradójicamente eso ayudó a su equipo. Se comprobó que si tras encajar un gol la grada le apoya en lugar de pedir la dimisión del entrenador es más fácil poder reaccionar como lo hizo la Real para empatar.

Pero ayer Montanier se equivocó desde el principio. Si Zurutuza e Ifrán habían tenido problemas durante la semana, lo mejor era alinear de salida al debarra y dejar como revulsivos a los dos jugadores uruguayos, al delantero y a Chory Castro.

Si ante el Espanyol Montanier se equivocó al dejar suplente a Pardo por querer guardar su baza para el segundo tiempo -y luego no la utilizó- ayer el banquillo, a pesar de que solo tenía la baja de Vela en la faceta ofensiva, no había por donde cogerlo, con cuatro jugadores defensivos, Zurutuza y Agirretxe, que no tienen capacidad de cambiar un partido como revulsivos.

Griezmann por la derecha

Pero no solo la elección del once fue desacertada. Jugaron dos zurdos en bandas, como es habitual, pero no es lo mismo que jueguen Vela o Griezmann en la derecha. El mexicano es un maestro a la hora de recortar hacia dentro y buscar el remate con la izquierda, pero el de Mâcon es mucho más peligroso cuando llega al remate desde el centro o la izquierda y cuando ha jugado a pierna cambiada nunca ha rendido bien.

Tampoco la forma de jugar con esos jugadores en esas demarcaciones fue la más adecuada. La Real abusó, sobre todo con Claudio Bravo, de buscar el juego directo cuando Xabi Prieto era el único de los cinco jugadores más adelantados que podía aspirar a ganar un balón aéreo en duelos desiguales. También lo sabía Luis García, como todos los entrenadores de Primera. El donostiarra, como ante Osasuna, vio cómo le ganaban la partida los pivotes y los centrales del Getafe que sabían que con imponerse en ese duelo se cerraba una de las principales fuentes de alimentación del juego ofensivo realista.

Algo mejor lo hacía la Real cuando combinaba a ras de suelo, aunque Pardo e Illarramendi, que sí estuvo muy bien en defensa en la primera hora de partido, no tuvieron su mejor día con el balón. La Real jugaba preferentemente por la derecha y, a pesar de la gran tarde de Carlos Martínez, su equipo no fue capaz de traducir sus minutos buenos mediado el primer tiempo y en el inicio del segundo para crear oportunidades claras de gol.

Los mejores minutos

La mejor la protagonizó Diego Ifrán nada más salir del descanso tras un pase de Pardo y un buen recorte. Esa jugada dio inicio a los mejores momentos de la Real. En los tres primeros minutos del segundo tiempo, además del lanzamiento del delantero uruguayo, hubo otros dos de Chory Castro y Griezmann que desbarataron los defensas del equipo madrileño.

El Getafe salió vivo de esos minutos en los que la Real lo tuvo contra las cuerdas y, a partir de ahí, tuvo controlado el partido y avisó con un remate de Lopo al larguero antes de que Lafita llegara desde atrás para cabecear un centro de Gavilán, que aprovechó que Ifrán llegó tarde a taponarlo en un trabajo al que no está habituado.

Faltaban cuatro minutos para el final y los escasos tres que Estrada Fernández concedió como tiempo añadido a pesar de que solo con los seis cambios ya estaba obligado a dar uno más. Montanier había retirado a los tres jugadores de la línea de tres y tuvieron que ser los dos laterales los que compensaron la falta de recursos ofensivos para fabricar y rematar la jugada del empate. Un punto que supo a gloria por la forma en la que llegó y porque permite ampliar la racha de cinco partidos invictos.

homenaje a aitor zabaleta. Al cumplirse ayer el decimocuarto aniversario de su apuñalamiento mortal en las inmediaciones del Vicente Calderón, las peñas de la Real y su Consejo de Administración, representado por Nekane Soria, realizaron una ofrenda floral en su homenaje en el monolito levantado en memoria del seguidor realista.