El Ministerio de Exteriores sirio expresó su «seria preocupación de que alguno de los países que apoyan al terrorismo presten armas químicas a los grupos armados» que actúan en Siria para acusar después al Gobierno de Bashar al-Assad de utilizar dicho armamento.

En dos cartas enviadas al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al Consejo de Seguridad de este organismo, difundidas por la televisión siria, el Ministerio acusa a Estados Unidos de lanzar una campaña contra Siria en este sentido. «Hemos asegurado varias veces, a través de los canales diplomáticos o de forma abierta, que Siria no empleará, bajo ninguna condición, las armas químicas, si las tiene, en su defensa contra el terrorismo», señaló el texto.

A principios de mes, el presidente de EEUU, Barack Obama, avisó a su homólogo sirio, Bashar al-Assad, de que el uso de armas químicas sería inaceptable y «tendría consecuencias» si llegara a producirse.

Los aliados de Washington continúan reforzando el temor de que en Siria se terminen utilizando armas químicas.

Así, el ministro de Exteriores británico, William Hague, aseguró ayer que cuenta con «ciertas pruebas» que demuestran que el régimen se está preparando para lanzar un ataque con armas químicas contra los grupos armados. «Hemos visto algunas pruebas de ello. Nosotros y Estados Unidos, tal como he dicho esta semana en el Parlamento, hemos visto ciertas pruebas de ello y por eso hemos advertido seriamente al respecto al régimen sirio», respondió Hague al ser interrogado por la intención del régimen de utilizar las armas prohibidas, según recoge la BBC.

Ante las insistentes preguntas del tipo de pruebas de las que dispone, Hague no quiso revelar nada. «No podemos especificarlo porque se trata de fuentes de inteligencia», argumentó.

Según algunos medios occidentales, los satélites espías estadounidenses habrían detectado un incremento de la actividad en varios depósitos de armas químicas del país. Al menos una base habría recibido orden de comenzar a combinar los componentes del gas sarín para su utilización.

Damasco ha acusado en reiteradas ocasiones a países como Qatar y Arabia Saudí de armar a «los terroristas», como se refiere a la oposición armada.

Los insurgentes sirios han elegido al general de brigada Selim Idris, oficial del Ejército que desertó, como jefe del nuevo mando unificado de la rebelión armada contra el régimen del presidente Al-Assad.