Cientos de islamistas de las Ligas de Protección de la Revolución (LPR) se manifestaron ayer en Túnez, pese a que el Ministerio de Interior anunció horas antes la prohibición de las protestas por el centro de la capital.

Los islamistas se congregaron ante la sede del partido del derrocado presidente Ben Ali, la Agrupación Constitucional Democrática (RCD). El partido islamista Ennahda, mayoritario en el tripartito gobernante, instó a sus militantes a no manifestarse.

Interior desplegó un importante dispositivo de seguridad por el centro de la capital, en previsión de choques violentos. Los islamistas atravesaron la avenida Burguiba coreando consignas contra el sindicato mayoritario Unión General de los Trabajadores Tunecinos (UGTT) y pidiendo «la limpieza de los miembros del RCD» de todas las estructuras nacionales.

Tras el ataque del pasado martes a la sede de la UGTT por parte de islamistas, que causó una docena de heridos, el sindicato convocó una huelga nacional para el próximo día 13 con el objetivo de pedir la «disolución inmediata de las Ligas, que se han convertido en un peligro público», entre otras demandas.