Silvio Berlusconi anunció ayer que será candidato en las próximas elecciones legislativas en Italia, con la esperanza de ser de nuevo primer ministro, un año después de ceder el cargo al «tecnócrata» Mario Monti.

«Entro en escena para ganar», declaró ante la prensa el Cavaliere, de 76 años, que hace poco más de un mes aseguraba que no concurriría a los comicios.

Con esta declaración a la entrada del centro de entrenamiento del Milán AC, su club de fútbol, Berlusconi puso fin a la incertidumbre reinante desde hace un mes y reforzada cuando hace dos días su partido se abstuvo en dos votaciones muy importantes para el gobierno Monti. «Estoy acosado de demandas de los míos para volver al primer plano», dijo Berlusconi el miércoles por la noche, afirmando que quiere salvar a una «Italia al borde del precipicio» y minada por el desempleo y los impuestos.

Desde noviembre de 2011, el partido Pueblo de la Libertad (PDL) había apoyado «al gobierno de tecnócratas» de Mario Monti, en una alianza obligada e inédita con el centro-izquierda.

«Hemos hecho gala de una gran responsabilidad y, durante un año, hemos apoyado este gobierno intentando corregir las medidas que no nos convencen. Pero también afirmando siempre que una política de austeridad en una economía que no crece provoca daños», explicó el que fuera primer ministro durante tres períodos. «Todas las cifras son peores que hace un año», criticó Berlusconi, añadiendo que su partido votará los textos actualmente examinados en el Parlamento, empezando por la ley presupuestaria, hasta el final de la legislatura la primavera próxima.

Su partido, el PDL, amenaza sin embargo con escindirse entre un ala moderada y otra más derechista. Un sondeo reciente del Instituto SWG le da menos del 14% de los votos en las próximas legislativas, pese a que en las de 2008 ganó triunfalmente con un 38%.

Berlusconi anunció para hoy una reunión de su partido, así como contactos con su ex aliado la Liga del Norte.