COPA Partido de ida de los octavos de final
Que el cambio de competición y jugadores cambie el resultado
Osasuna y Valencia vuelven a verse las caras con variaciones significativas en los onces, por filosofía y obligados por las lesiones.
Asier AIESTARAN
Osasuna y Valencia se enfrentan por segunda vez en El Sadar en menos de 72 horas. Si el encuentro liguero del pasado sábado sirvió para que los valencianistas cortaran la buena racha de resultados del conjunto rojillo, los navarros confían en que el partido copero de hoy, correspondiente a la ida de los octavos de final, sirva de revancha y para poder recuperar la buena senda del equipo durante el último mes de competición.
Para ello, José Luis Mendilibar confiará en los hombes de refresco que ya demostraron su solvencia -al menos en cuanto al resultado final- en la eliminatoria previa contra el Sporting. Además, en esta ocasión, la filosofía del técnico vizcaino se mezcla con la necesidad de introducir rotaciones, debido a la plaga de lesiones que padece la plantilla osasunista.
A las bajas ya conocidas de Masoud, Sisi y Kike Sola, se ha unido Miguel Flaño, sustituido ante el Valencia por molestias en el bíceps femoral derecho. Nano, baja de última hora el sábado por culpa de una gripe, y Nino, recuperado de su lesión, sí entraron en la convocatoria, pero lo más probable es que se queden en el banquillo. Mendilibar ha preferido, además, dar descanso a Puñal, Oier y Armenteros, tres hombres que considera vitales para los partidos de Liga en busca de su gran objetivo: la permanencia en Primera.
Así, en el once de Osasuna que saltará hoy al césped, puede que Cejudo sea el único jugador que fue titular, por ejemplo, en la última victoria liguera, la lograda contra el Rayo hace un par de semanas. La victoria contra el Sporting en la vuelta de dieciseisavos, manteniendo la puerta a cero y con goles de dos jugadores poco habituales como Rubén y Joseba Llorente, ha de ser el camino a seguir.
El Valencia también llega a la cita en condiciones similares, tras caer lesionado Fernando Gago el sábado. Según las palabras de su nuevo técnico, el txingurri Valverde, hasta cuatro jugadores están en el alambre por problemas musculares -Víctor Ruiz, Guaita, Cissokho y Nelson Valdez-, lo que irremediablemente afecta a sus planteamientos iniciales para la Copa.
Parece que Cissokho, que llegó ayer a Iruñea junto al delantero del filial Quintanilla, jugará desde el inicio, mientras que Valverde apurará hasta última hora para conocer el estado físico de Guaita. Por si acaso, el tercer portero, Felipe Ramos, sigue concentrado con la primera plantilla en la capital navarra. El que sí volverá al equipo es Jonas, sancionado en Liga, mientras que Bernat, Parejo o Jonathan Viera podrían gozar de los minutos que no tienen en Liga.
Con esos mimbres afrontan ambos equipos una eliminatoria de octavos cuyo partido de vuelta se disputará el 8 de enero, también en martes, a las 21.30 en Mestalla. El premio para el vencedor sería enfrentarse al Real Madrid en cuartos, siempre que los blancos cumplan los pronósticos y eliminen al Celta.
Pérez Lasa arbitrará el partido de Iruñea, después de que la RFEF anulará la designación inicial de Muñiz Fernández, quien tuvo una controvertida actuación el viernes en el Espanyol-Sevilla.
José Luis Mendilibar se mostró optimista de cara a cosechar un mejor resultado ante el Valencia en Copa que en Liga. Y es que el de Zaldibar cree que el partido del sábado «puede servir» como referencia para analizar al rival. «El partido del sábado nos tocó con un cambio de entrenador en el equipo rival, sin haber jugado ningún partido, y tampoco sabíamos a ciencia cierta cómo podía plantear el partido: si con tres medios centros, si intentando combinar... Ahora más o menos tenemos algo con lo que trabajar y hablar con los chavales», afirmó el técnico vizcaino.
Una vez analizado el encuentro liguero, Mendilibar está convencido de que «no vamos a tener mucho tiempo el balón», por lo que pide a sus jugadores «estar más rápidos, sobre todo a la hora de jugar a mitad de campo hacia arriba». En ese sentido, destacó la importancia de «estar más dinámicos a la hora de jugar, y tratar de jugar pillando más la espalda a la defensa rival, sin jugar tan en corto que el contrario te apriete y te robe el balón».
En busca de esa velocidad, el técnico osasunista confirmó que intentará «refrescar a la gente» de su plantilla. «Creo que jugar 90 minutos cada seis días es suficiente. Hacemos muchos esfuerzos, del partido del Rayo al partido del Valencia hubo tres cambios de inicio, más otro al descanso, por problemas físicos», puso como argumento, señalando también la importancia de mantener motivados a los hombres que no juegan habitualmente -«así, por lo menos, sabemos que, si entrenan bien, todos van a estar compitiendo», dijo- y el hecho de que esos mismos jugadores «lo hicieron muy bien» en la eliminatoria de dieciseisavos de final contra el Sporting de Gijón. A.A.