Joxean Urkiola Exconsejero de Kutxa en representación de Ayuntamientos de Gipuzkoa
¿Dónde está Xabier Iturbe?
Aparte de su presencia en un acto celebrado justo al día siguiente de su elección, más conocida como «kutxerazo», el nuevo presidente de la Kutxa, Xabier Iturbe, no ha vuelto a aparecer. Joxean Urkiola reclama de quien fuera elegido de forma más que irregular, que convoque la asamblea general de la entidad guipuzcoana para tratar y decidir sobre temas de gran importancia y actualidad como los desahucios.
Desde que el pasado día 21 Xabier Iturbe fuera nombrado de forma muy irregular, que tendrán que determinar los tribunales, presidente de Kutxa, poco o nada se le ha visto u oído. Su presencia en un acto junto a Mario Fernandez (BBK-Kutxabank) y Fernando Aranguiz (Vital), al día siguiente del kutxerazo y posterior «desaparición».
Han tenido que ser sus jefes políticos, desde Urkullu a Egibar, quienes le han sacado la cara, quienes han atacado a EH Bildu para intentar esconder lo que verdaderamente hicieron para que Iturbe llegara al poder, lo que hizo el mismo Iturbe para conseguirlo.
Recordemos, desde la anulación de la única candidatura de entidades sociales que se había presentado y el nombramiento, por el dedo mágico de Xabier Iturbe, al representante de las mismas, una persona ligada a anteriores direcciones de la propia Kutxa, de las que formó parte como jefe de personal tras haber sido el responsable de la sección sindical de CCOO en esa misma empresa.
Tras ello vino el apoyo del PNV a la candidatura de PSOE-PP-PNV para intentar arrebatarle el representante municipal a EH Bildu, el representante de Tolosa, para apoyar al representante del PP, nombrado por Ana Botella-Madrid; pero tampoco lo consiguieron, la suerte les fue esquiva.
Al final, y utilizando un voto de calidad que no figura en los Estatutos de Kutxa ni en la Ley de Cajas que aprobaron hace poco tiempo, le regalaron a Xabier Iturbe el cargo «gracias» a la inestimable, y posiblemente veremos que pronto recompensada, ayuda de los sindicatos CCOO y PK. Sobre el voto de dichos sindicatos al representante de la derecha, al mayor desahuciador de Gipuzkoa, hablaremos en otra ocasión, pero lo que es innegable es que los votos de esos dos sindicatos fueron decisivos para quitar la presidencia a EH Bildu, que contaba con 7 de los 15 miembros del Consejo de Administración. Votaron a Xabier Iturbe (PNV) que solo tenia 3, más los dos del PSOE, lo que hizo que se produjera el famoso empate y el doble voto de un consejero, del PSOE, dijeron que valía para hacer la trampa definitiva.
Desde entonces han sido los consejeros de EH Bildu en Kutxa quienes han tomado la delantera, la iniciativa; han sido quienes se han puesto a trabajar, como están haciendo en el Parlamento de Gasteiz con éxitos como los de las «tabletas» o las dietas. Pero en Kutxa las iniciativas de dichos consejeros van a temas mucho más profundos, los desahucios, la no privatización, la democracia en la elección de cargos. Iturbe, sin embargo, todavía no ha dado señales de vida, a pesar de habérsele requerido hace casi una semana. ¿A qué tiene miedo?
Parece que a Xabier Iturbe y a quienes le mandan, bien sea desde el GBB, que ya está lanzando su campaña mediatica, bien sea desde Bilbao, que son en verdad quienes marcan la línea de actuación más neoliberal en Kutxabank, les preocupa que las propuestas de EH Bildu puedan salir adelante y que, al igual que en el Parlamento, tengan que recular y, ahora sí, tomar medidas contra los desahucios, por ejemplo.
Si Mario Fernández y Xabier Iturbe (PNV) junto a Fernando Aranguiz (PP) quieren llevar adelante su pacto en Kutxabank para seguir especulando, desahuciando y llevándose el dinero de los ciudadanos vascos a España y ayudar, así, al sistema financiero español, que sepan que se van a encontrar con la rotunda oposición de muchos consejeros y consejeras que quieren que las cajas vascas y Kutxabank continúen siendo unas entidades financieras públicas, con carácter social, que se dediquen a ayudar a las personas y a las pequeñas y medianas empresas a salir de la crisis, a conceder el crédito necesario para ello y dejar de hacer trampas.
Xabier Iturbe está desaparecido, se niega a cumplir con su obligación de convocar una Asamblea Extraordinaria pero, eso sí, no ha dudado un minuto en apoyar que Kutxabank se lleve 200 millones de euros de la ciudadanía vasca a Cajasur. Eso parece que acaba de aprobar, así lo ha comunicado Kutxabank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, como si no pasara nada, como si no tuviera repercusión.
Se debe saber lo que supone que Kutxabank tenga menos beneficios este año, «gracias» a esta y otras muchas operaciones de arquitectura financiera. Si los beneficios son menores, las cajas vascas, propietarias de Kutxbank, van a percibir menores cantidades para poder destinar a la Obra Social.
Si a los 200 millones que se llevan a Cajasur le sumamos los que van a dedicar a «provisiones», en los primeros nueve meses del año llevan destinados ya 412 millones a ello, el agujero contable a las cuentas de Kutxabank, y por tanto para las Obras Sociales de Kutxa, Vital y BBK, va a ser de escándalo.
No digamos nada si luego, como hicieron en Kutxa el año pasado, se dedican a hacer trampas en las cuentas anuales y contabilizan mal partidas importantísimas para «maquillar» las cuentas de fin de año. En Kutxa fue la auditoría la que les pilló, la que dijo en su informe que debían haberse contabilizado en las cuentas del año y no como se había hecho. Las partidas mal contabilizadas en las cuentas consolidadas de Kutxa ascendían a más de 200 millones de euros y si se hubieran contabilizado como correspondía y la auditoría dijo, Kutxa no hubiera obtenido beneficios el año pasado, como dijo, sino que hubiera tenido importantes pérdidas, como ocurrió en Bankia, e Iturbe hubiera quedado al descubierto.
Todo esto me lleva a pensar que Iturbe tiene razones muy poderosas para seguir escondido, para no dar la cara, para negarse a convocar la Asamblea donde se deberían tratar cosas importantes para muchos guipuzcoanos y guipuzcoanas. Quizás sea siguiendo las órdenes del partido, que no quiere que se termine con los desahucios, ni que se dediquen las viviendas a alquiler social, o que quieren seguir imponiendo la exclusión antidemocrática a la fuerza política que más respaldo tiene en Gipuzkoa y en las instituciones que fueron las Fundadoras de Kutxa.
Es evidente que hay muchos intereses en el nombramiento de Xabier Iturbe como presidente de Kutxa, de lo contrario no se entenderían todas las trampas que han hecho. Aquí solo presento algunas de las reflexiones que me llevan a pensar el por qué se esconde Iturbe, por qué está desaparecido y no quiere ni cumplir con sus obligaciones de un cargo que no le corresponde y que lo ha obtenido, bien lo sabe él, con trampas. Es hora de que Xabier Iturbe aparezca, dé la cara, convoque la Asamblea que le han pedido y sean los consejeros y consejeras de Kutxa quienes decidan sobre dichos temas. No se esconda, Sr. Iturbe, porque esto no ha hecho más que empezar.