Los yihadistas toman la última base del Ejército sirio al oeste de Alepo
Los insurgentes yihadistas del Frente al Nosra han asestado un duro golpe al Ejército sirio tomado la última base militar que quedaba en manos de las tropas leales a Bashar al Assad al oeste de Alepo y con ello, además, obtiene un mayor peso en la rebelión sobre el Ejército Libre Sirio. Los insurgentes resisten además en los alrededores de Damasco, donde el régimen continúa la ofensiva para eliminar los focos de resistencia.
GARA | DAMASCO
Los insurgentes yihadistas se apoderaron ayer de la base Jeque Suleimán, última plaza fuerte del Ejército al oeste de Alepo, asestando un duro golpe al régimen y reforzando sus bases en el norte de Siria, en detrimento de los rebeldes del Ejército Libre Sirio.
Al mismo tiempo, el norte de Damasco, generalmente en calma, vivió los combates más violentos en 21 meses de conflicto. La periferia de la capital sigue siendo bombardeada por la artillería y la aviación, ya que el régimen intenta erradicar las bases que los insurgentes mantienen en la zona y despejar todo el entorno de Damasco de la iniciativa insurgente.
Al capturar la base de Jeque Suleimán «la oposición ha obtenido una victoria significativa», según el opositor Observatorio de Derechos Humanos, que indicó que aunque el ELS intente reivindicar la victoria, «no ha sido suya, sino del Frente Al Nosra y grupos aliados». Según un periodista de France Press, un gran número de los combatientes islamistas eran extranjeros, llegados de otros países árabes o del Cáucaso.
Este cuartel, situado a 12 kilómetros de Alepo, se extiende sobre varios kilómetros cuadrados de colinas pedregosas. Uno de los insurgentes aseguró que mataron al menos 20 soldados que intentaba huir e hicieron prisioneros al menos a un centenar. Abu Jalal, líder de una de las pocas brigadas del ELS que participó en el ataque, declaró que «controlamos toda la base y no se ha encontrado ningún arma química ni misiles antiaéreos», pese a que los insurgentes habían asegurado que la base los almacenaba. El temor al uso de las armas químicas que ha sido aireado en los últimos días por EEUU y sus aliados, corresponde a un escenario poco probable, según expertos como Yezid Sayigh, del Carnegie Middle East Center, quien cree que «en primer lugar son un arma sicológica de terror» y que el régimen no las utilizaría «en una zona con presencia de tropas hostiles y una población que apoye al régimen o una población hostil en la que estén desplazadas las tropas regulares».
El propio presidente de la opositora Coalición Nacional Siria, Moaz al Jatib, descartó el uso del arsenal químico contra la población aunque sí lo esté utilizando para «atemorizar y amenazar al pueblo sirio».
Los países del grupo denominado «Amigos del Pueblo Sirio», se reunirán mañana en Marruecos con el objetivo de reforzar la ayuda humanitaria ante la proximidad del invierno y de dar un mayor respaldo a la oposición. Tratará de «apoyar a la amplia coalición nacional que reúne a personalidades y fracciones de la oposición» y constituye «un interlocutor muy creíble», según el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Saad Eddine El-Othmani. Presionados por los países occidentales, grupos opositores sirios se reagruparon en una coalición que París y Londres ya han reconocido como único interlocutor del pueblo sirio. La oposición quiere aprovechar la ocasión para obtener un reconocimiento pleno de Washington. «Ahora que se ha formado una nueva oposición, vamos a hacer lo que podamos para apoyarla», afirmó la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.«Es un grupo que acaba de nacer pero parece avanzar claramente en la buena dirección», añadió un portavoz del Departamento. Los ministros de Exteriores de la UE respaldaron ayer la nueva plataforma y animaron a su líder, Ahmed Muaz al Jatib, a presentar un programa de transición política para convertirse una «alternativa creíble». El último paso para lograr más apoyo ha sido la formación de un nuevo mando militar de grupos insurgentes, con excepción del Frente al-Nosra, movimiento yihadista en alza. «Necesitamos armamento pesado y esperamos conseguirlo con la creación de este órgano. Estamos esperando armas antiaéreas y contra blindados», explicó Abu Moaz al Agha, líder del grupo islamista Ansar al Islam. GARA
