Antes de empezar el campeonato una final Noruega-Francia se presumía como la más previsible. Ayer se enfrentaban tras las dos victorias francesas en sus enfrentamientos amistosos más recientes (Goldean League en octubre en Dinamarca, y Moebelringen Cup en Noruega en noviembre), y el resultado no dejó ningún lugar a dudas: 30-19 (14-10 al descanso).

En vísperas del partido el seleccionador francés Olivier Krumbholz subrayaba la importancia de que sus porteras estuvieran bien, pero sus deseos no se cumplieron. Su titular Darleux volvió a dar una de arena con un pobre 23%, mientras la noruega Haraldsen se salía con un 44%, que le permitió sostener a su equipo cuando pasó una crisis en la primera mitad, y propulsarlo en el despegue definitivo en la segunda.

Francia saltó al campo con un 5:1 defensivo y Signate (186 centímetros) como avanzada. A Noruega le costó adaptarse y el marcador transcurrió igualado hasta el minuto 25, en que un cúmulo de errores franceses propiciaron que se abriera una brecha de 4 tantos. En la reanudación Haraldsen comenzó parándolo todo y sus compañeras lo aprovecharon para conseguir un parcial de 6-1 antes de los 10 primeros minutos (20-11).

Francia se resistió con un parcial de 0-4 (del 21-12 al 21-16), pero Noruega se lo devolvió aumentado con un 5-0 (26-16), y tres goles de Sulland (distinguida como mejor jugadora noruega ayer), que acabaron con la resistencia francesa y dejaron clara la jerarquía. Solo dos partidos más se habían resuelto por más de 10 goles de diferencia hasta ahora, las dos victorias de la propia Francia y Suecia ante la débil Macedonia.

En el Rep. Checa-Dinamarca se enfrentaban dos rivales prácticamente desconocidos entre sí. La propia central danesa Grigel lo reconocía antes del partido -«no sé nada de ellas»-. Las checas volvieron a mostrarse competitivas hasta donde su calidad y sus fuerzas se lo permitieron, lo que se tradujo en 8 empates y un 19-18 favorable en el marcador en el minuto 38.

En ese momento tres goles consecutivos de la extremo izquierda danesa Norgaard, máxima goleadora del partido (10 tantos de 11 remates, con 7 para la lateral zurda Line Jorgensen), y distinguida como mejor jugadora de su equipo, rompieron la dinámica de equilibrio doblegando la resistencia checa. A partir de ahí Dinamarca fue por delante, con ventajas de hasta 5 goles, demostrando mejores condiciones físicas y más recursos en sus jugadoras.

Además Toft, que ayer disputó todos los minutos en su portería, hizo un gran trabajo (20 paradas de 50, 40%), mientras la portería checa se mostraba mucho menos eficaz (18%). El 30-33 final (12-13 al descanso) alimenta las ilusiones de Dinamarca, con un equipo en formación de cara al Mundial 2015 que se disputa en su país, pero que no renuncia a llegar lo más lejos posible en este Europeo.

Por parte checa, aunque Cerna fue distinguida como mejor jugadora, sus máximas goleadoras, ambas con seis tantos -todos en juego- y excelentes porcentajes, fueron la central Kutlvasrova (6 de 7) y la extremo zurda Knedlikova (6 de 6).

Serbia y Suecia cerraban la jornada empatando en un partido con alternativas (23-23, 13-14 al descanso). Las serbias se vieron superadas de inicio por la velocidad y la habilidad del equipo sueco, bien dirigido por Gullden, que junto a Torstenson y Agren marcaron 19 de los 23 goles de su equipo.

Serbia echaba en falta la aportación de sus mejores jugadoras -Lekic y Damnjanovic-, ausentes en la primera mitad, y veían que la desventaja crecía del 0-3 inicial al 2-7. Pero Tomasevic en la portería, y secundarias como la especialista defensiva Eric (3 goles) y la pivote Rajovic (5 de 5) mantuvieron al equipo en el partido.

En la segunda parte una gran remontada entre el griterío de 5.000 gargantas puso el triunfo al alcance de Serbia (23-18 a 8 minutos del final), pero no supo mantener su ventaja y Suecia le endosó un 0-5 que mantiene las esperanzas de ambas.