Mikel INSAUSTI

Para los que nos hemos formado en la enseñanza pública películas como «Damiselas en apuros» son una bicoca, porque nos permiten acceder al elitista mundo de las universidades privadas, para conocer las interioridades del pijerío. Con más motivo porque en todos estos años Whit Stillman no ha tenido otras oportunidades de dirigir, al resultar demasiado refinado para los gustos actuales. Es y será el James Ivory del cine indie, cuya elegancia merece ser preservada como si se tratara de una especie rara en vías de extinción.

En «Damiselas en apuros» se las ha ingeniado para hacer una lujosa comedia con menos de tres millones de dólares de presupuesto, mediante un humor inteligente que le da un aire distinguido a una puesta en escena realmente pobre. El autor de «Metropolitan», que dejó constancia de su cosmopolitismo en «Barcelona», no pierde la pasión por el musical volcada en su anterior «The Last Days of Disco». El título de su nuevo largometraje es un homenaje al género a través del clásico de George Stevens «Señorita en desgracia». El grupo de chicas liderado por Greta Gerwig practica una terapia antidepresiva a base de tap dancing, y para la fiesta final crea un baile que agrupa otros muchos y lo llama «sambola».

Ellas han fundado en el campus un Centro de Prevención de Suicidios, una organización altruista desde la que prestan ayuda a las víctimas de la depresión estudiantil. Representa una alternativa de corte feminista a las tradicionales fraternidades, las cuales constituyen los últimos reductos de la discriminación por razón de sexo. Al machismo gamberro simbolizado por la fiesta de la toga en «Desmadre a la americana» las protagonistas oponen una sensibilidad más acorde con la literatura de Jane Austen. Es un fuerte contraste que convierte a «Damiselas en apuros» en la comedia universitaria más atípica de la historia, incluso desbancando en tal categoría a «Academia Rushmore» de Wes Anderson. En lugar de humillar a los embrutecidos chicos, estas damiselas se compadecen de su ignorancia e intentan reeducarlos.