Nuclenor no confirmó ayer que el cese de actividad de Garoña vaya a producirse el próximo lunes, tal como sostiene el comité de empresa de la planta burgalesa. Según explicaron a GARA fuentes de la sociedad mercantil, los responsables de la central nuclear están estudiando una parada ordenada del reactor y sostienen que la decisión definitiva a este respecto «no está tomada».

Tal como detallaron, Nuclenor baraja la opción de ejecutar una parada ordenada durante la segunda quincena de diciembre, tal vez el próximo lunes, día 16. En principio, esta acción, que tiene por objeto vaciar el combustible nuclear almacenado en el reactor, no está vinculada al cese definitivo de su actividad.

Al parecer, la parada está relacionada con la entrada en vigor de la futura Ley de Medidas Fiscales de Sostenibilidad Energética. Una nueva norma, creada por el Gobierno de Mariano Rajoy para combatir el llamado «déficit tarifario» del Estado español, conocida también como el «impuestazo eléctrico» .

En este sentido, la agencia Europa Press señaló que, con la parada del reactor, la empresa pretende anticiparse a la aprobación definitiva de la citada norma. Esta ley, diseñada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo que dirige José Manuel Soria, prevé grabar la descarga final del núcleo tras el cese de actividad con 2.190 euros por cada kilogramo de residuos trasladados a la piscina de almacenamiento, situada en el seno de la planta. Si Nuclenor procediera a la parada de la central antes de la entrada en vigor de la citada ley, la empresa energética podría ahorrar 150 millones de euros.

En cuanto al futuro inmediato de la infraestructura nuclear, las fuentes consultadas por este diario recordaron que la extracción del combustible no está relacionada con el cierre y avanzaron que, si se realiza una nueva carga, Garoña podrá continuar operando hasta el próximo 6 de julio, cuando finaliza el permiso concedido por el Gobierno español.

Cambios en la ley

Con estas declaraciones, Nuclenor salió al paso de los rumores sobre el cierre inmediato de la planta, que desde hace días circulaban por los medios de Burgos y Euskal Herria. Rumores, ratificados por el comité de empresa, que apuntan al cierre inmediato de la central.

Es más, ayer mismo el presidente del comité de empresa, Alberto César González, afirmó que la sociedad mercantil ya ha pedido a los trabajadores de la planta nuclear que se preparen para el «cese de actividad» de la central. En declaraciones a la agencia Efe, señaló que este cese, que a su entender, significa que la Garoña «dejará de producir y estar en activo», tendrá lugar la medianoche del domingo.

No obstante, González insistió en que «todavía hay tiempo para que Nuclenor dé marcha atrás y Garoña siga funcionando», ya que la eléctrica ha comunicado a sus empleados que la decisión de cerrar la planta podría cambiar si los partidos políticos modifican la Ley de Medidas Fiscales de Sostenibilidad Energética.

Tanteado sobre dicha hipótesis, el representante de los trabajadores expresó su confianza en que se pueda introducir algún cambio en el proyecto de ley, que aún no ha sido aprobado. Estos cambios, que deberían realizarse mediante la presentación de enmiendas, tendrían que eliminar las tasas sobre los metales pesados para no perjudicar los intereses empresariales de Nuclenor.

González anunció que el comité mantendrá una reunión con Nuclenor una vez concluya esa tramitación legal.