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Raimundo Fitero

Sobre

 

Habría que buscar un título a la intriga que nos están proporcionando los chicos de la Obra en Nafarroa. Amenazas, chantajes, trampas, sobres en la muralla, intervención de la benemérita, forman un guión viciado de una película mediocre de inspiración morada tirando a negra, que puede ser un homenaje al cine oscuro del franquismo con ínfulas de simpático, o una simple trama de intereses políticos de baja estofa, económicos de ambiciones desatadas, enemistades profundas que podrían acabar en un puticlub o en una sauna. Atentos al desenlace, que esta saga promete.

Santiago Cervera ha salido siempre en los informativos por alguna fechoría de transfuguismo, de personalismo o de afán de protagonismo. Las imágenes de ayer en su acto de comunicar su dimisión como diputado, a la vez que mostrar su declaración de inocencia total y absoluta, nos traen al primer plano el retrato del prototipo de político de fortuna. Se apuntan a los partidos para enriquecerse, para buscarse un futuro a la sombra de los poderes, para medrar, y puede llegar a utilizar los métodos más repugnantes para conseguirlo. Hoy, este señor atildado, con cuellos de camisas en forma de hangar para dejar volar las gaviotas que han tejido sus corbatas identitarias como perteneciente a una clase política que debe perfumarse para camuflar sus olores rancios que mezclan cirios celestiales, txistorra y dinero volátil, entra en la historia de la cutrez mayúscula.

Cundo se hurga un poco en lo que se nos cuenta del asunto se comprende con nitidez que estamos ante una venganza, una trama, un juego de intereses que se nos quieren presentar como personales pero que hinca sus raíces en la podredumbre en la que se desarrolla el ejercicio del poder de la derecha navarra. Huele fatal, pero se cuenta con un tono útil que se coloca un gorro para ir a recoger personalmente el famosos sobre que asegura le había dicho que contenía información sobre los asuntos de la CAN, y era dinero. Vil metal. El pago de una amenaza. Rebobinemos porque algo no cuadra. Esperemos a las próximas entregas que aquí hay lío. Los productores debería estar encargando ya el guión para una serie con género a determinar.