El proceso de adjudicación de 34 licencias de FM, anulado por Lakua
El ejecutivo autonómico en funciones acordó ayer, en su última reunión de Consejo, anular el procedimiento para la concesión de 34 nuevas licencias de radio de Frecuencia Modulada. De este modo, queda invalidada la adjudicación provisional anunciada hace dos meses -justo antes de las elecciones en la CAV- que, entre otros, marginó a GARA y a otros proyectos comunicativos vascos con muchos años de funcionamiento, como Tas Tas, Hala Bedi o Bilbo Hiria.
Alvaro HILARIO | BILBO
La última reunión de Consejo del ejecutivo de Lakua trajo la decisión de anular el procedimiento para la concesión de 34 nuevas licencias de radio de Frecuencia Modulada (FM). El anuncio se une a la decisión de dejar sin efecto las adjudicaciones provisionales, hecha pública la semana pasada.
Tanto las adjudicaciones provisionales como los criterios empleados para la concesión de licencias fueron muy polémicos. Las adjudicaciones provisionales marginaron a proyectos comunicativos vascos fuertemente arraigados en nuestra comunidad -como es el caso de GARA- y dejaron sin licencia a radios como Tas Tas (Bilbo), Hala Bedi (Gasteiz), Ttan Ttakun (Donostia) y Bilbo Hiria (Bilbo), con muchos años de funcionamiento a sus espaldas, a la vez que premiaban a empresas creadas este mismo año.
Se cumplían así los temores surgidos por una convocatoria que ignoraba la realidad socio-lingüística de la CAV, la situación socioeconómica del sector y la existencia de experiencias comunitarias de radiodifusión.
«Responsabilidad»
Idoia Mendia, portavoz del ejecutivo autonómico, explicó ayer que el concurso se encontraba en una fase «muy avanzada de tramitación», pero por criterios de «prudencia y responsabilidad» Lakua no ha querido que la adjudicación las decidiera «el Gobierno en funciones y a punto de ser relevado».
«Este Gobierno se ha caracterizado por su apuesta por la transparencia informativa y por el rigor en la contratación y hemos querido ser coherentes hasta el final», recalcó.
Según Mendia, el gobierno de Patxi López podría haber dejado todo el proceso para que el entrante solo tuviera que adjudicar las frecuencias conforme al procedimiento ya desarrollado, pero esto hubiese supuesto dejar maniatado al siguiente gobierno.
Oportunidad
Ya la decisión de dejar sin efecto la adjudicación de las 34 licencias hecha pública por Lakua la pasada semana fue bien recibida por radios que, como Bilbo Hiria y Tas-Tas, quedaron privadas de licencia.
A título personal, fuentes de Bilbo Hiria consideraban escandaloso que empresas creadas este mismo año con el objetivo de participar en este concurso, convocado a primeros de año, recibieran licencias mientras emisoras en marcha desde hace años -algunas con dos décadas de trabajo- resultaban marginadas del reparto.
Agridulce es la valoración que hace Agus Hernán, director de Antxeta Irratia -que obtuvo una licencia en Donostialdea- y es miembro de Arrosa (Federación de radios comunitarias de Euskal Herria): «Para nosotros ha sido un golpe fuerte porque ya estábamos trabajando en el nuevo proyecto», dice, además de recordar el tiempo y dinero desperdiciado.
Por otro lado, Hernán señala que la situación da lugar a nuevas oportunidades: «Desde Arrosa seguimos tendiendo la mano a los grupos políticos para que en el marco parlamentario trabajemos en común y consigamos una ley de comunicación que tenga en cuenta al tercer sector comunicativo, el de las radios comunitarias», ya que, en su opinión, «el estatuto permite legislar estos temas».
Cree, asimismo, que se abren puertas para «corregir el problema de las radios euskaldunes» y hacer una alianza entre medios que permita una convocatoria con «bases sólidas y respetuosas con la realidad vasca».
«Este Gobierno se ha caracterizado por su apuesta por la transparencia informativa y por el rigor en la contratación y hemos querido ser coherentes hasta el final», dijo ayer Idoia Mendia.
También el gobierno dirigido por Yolanda Barcina (UPN) convocó este año un concurso para la adjudicación de 44 licencias. El anterior se celebró en 1999.
Los criterios empleados para la concesión de licencias son muy discutibles. En la convocatoria, el apartado «Generación de economía», donde se incluyen los presupuestos y solvencia financiera del solicitante, puntúa 30 sobre 100. El resto de los puntos se reparten con criterios subjetivos y exigencias que jamás se cumplen. Para muestra, un botón. Euskalerria Irratia nació en Iruñea hace 25 años. Desde entonces emite desde el limbo de la alegalidad. No tener licencia supone no tener acceso a subvenciones ni ingresos por publicidad institucional. También acarrea el poder ser víctima de cualquier arbitrariedad legal (multas o cierres, por ejemplo). En 1990 se les negó licencia. Ocho años después, las licencias fueron a parar a la Universidad de Navarra, del Opus, y a Net 21. Tras anular los tribunales ambas concesiones, en 2006 las dos licencias fueron a parar a las mismas manos, aunque Net 21 ya no existiera. A.H.