Santiago Cervera se apea de su carrera política para siempre. El exdiputado anunció ayer que nunca volverá, después de verse implicado en un extraño caso de presunto chantaje. Ayer salieron a relucir todos los correos electrónicos que presuntamente recibieron tanto él como el presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiáin. Como era de esperar, todo apunta a que fueron redactados por la misma mano.

«Es un hasta nunca. Es un final definitivo. Creo que voy a salir incluso reforzado en mi actitud y que se va a demostrar claramente mi inocencia», expuso ayer ante los micrófonos de La Sexta. El exdirigente del PP apareció ayer ante varios medios para explicar su versión sobre el presunto chantaje a Asiáin, que ha dado una imagen esperpéntica tanto de la política navarra como de los estertores de lo que fue la principal herramienta financiera del herrialde.

Cervera afirma que la decisión de abandonar su cargo ha sido absolutamente personal. Ahora bien, admitió que luego se enteró de que la dirección de su partido también le quería fuera. Opinadores de medios de comunicación como «El País» o «El Mundo» destacaron que nunca Génova ha defendido con tan poco empeño a uno de los suyos cuando ha sido imputado.

A pesar de esta soledad política, gracias a la difusión de los emails que supuestamente recibió, en los que un comunicante anónimo le emplazaba a recoger un sobre con información valiosa, su imagen aún mantiene cierta credibilidad en algunos círculos políticos y mediáticos. Por ejemplo, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, alabó ayer la «ejemplar» reacción de Cervera y comentó que «por supuesto» que cree a su compañero.

Por su parte, el Gobierno de UPN prefiere no mojarse en este turbio asunto. «Espero y deseo que tengamos pronto el veredicto de los jueces al respecto, porque este tema no es nada positivo para la imagen de Navarra», dijo Yolanda Barcina.

Los mensajes anónimos

El periódico que destapó el caso, al parecer por la filtración del propio Asiáin, publicó ayer la hasta ahora última pieza del presunto soborno: el correo extorsionador enviado al presidente del Consejo de Administración de Caja Navarra.

El email que recibió Cervera es el más escueto y se adelantó cinco días al de Asiáin, ya que está fechado el 29 de noviembre. En él, el autor anónimo prometía «información absolutamente importante sobre el caso de Caja Navarra». Se presentaba como un antiguo trabajador de la entidad que confiaba en el diputado para que usara la información para tumbar a quienes dirigen la caja: «He conseguido documentos que pueden hacer que actúe la justicia. Sé que usted podrá hacerlos considerar por quién corresponda».

Cervera hizo pública también su respuesta, en la que explica que el método para recoger la información es absolutamente impropio y que no iba a acudir a recoger los documentos. Pero finalmente acudió a la cita que le propuso el todavía desconocido remitente.

La descripción exacta del lugar de Iruñea donde Cervera debía recoger el sobre está «cortada y pegada» en el email enviado a Asiáin, lo que lleva a pensar que ambos son del mismo autor.

El correo que recibió el presidente de Caja Navarra llegó el 4 de diciembre a las 17.35 desde la dirección electrónica «casocaja@mail.com». Este correo es más largo que el enviado a Cervera y, por tanto, tiene más detalles significativos. Por lógica, un extorsionador cubre su identidad distorsionando detalles que puedan inculparle. O bien, puede introducir detalles destinados a despistar.

En un primer momento, dice a Asiáin que su información puede obligarle a dimitir por la «sensibilidad social que existe hacia los abusos de las entidades bancarias». Cuando amenaza con difundir de la supuesta información comprometedora, cita primero a la asociación Kontuz y luego añade que también la remitirá a varios medios de comunicación «locales y estatales». Un tercer punto a valorar aparece a la hora de indicar el lugar de la entrega. El texto dice: «A la izquierda se ve el muro del fortín que mira hacia Txantrea», cuando en Iruñerria lo común es escuchar esa denominación como «la Txantrea». Esta parte del texto se repite en el correo de Asiáin y en el de Cervera.

Fuentes policiales citadas por distintos medios de comunicación han señalado que el remitente de los emails -en caso de que se tratara de una sola persona- ha tratado de encubrir el origen de sus comunicaciones usando un servidor tipo Tor, que suele ser usado por hackers informáticos.

No obstante, la Policía ha seguido la pista al correo recibido por Cervera y ha determinado que fue remitido desde Rumanía, mientras que la pista del que llegó a Asiáin apunta a Alemania. Esto no significa que fueran escritos desde allá, sino que el anónimo se ha podido valer de una mera estratagema para dificultar que se llegue a descubrir el origen de los emails.

Fuentes del Ministerio de Interior señalaron que la Policía tiene herramientas con las que seguir rastreando y no descarta atrapar al autor de este extraño caso de presunta extorsión al presidente de la CAN.

En cuanto al proceso abierto en los tribunales desde que Asiáin presentara la denuncia por chantaje, parece ser que la instrucción recaerá en el juzgado que estaba de guardia cuando Cervera fue detenido, a primera hora de la tarde del domingo .

Asiáin ofreció el martes una rueda de prensa en la que dio por sentado que ejercerá la acusación particular en el juicio por presunta extorsión y dio a entender que en estos momentos considera que Cervera se sentará en el banquillo de los acusados. En esa comparecencia, el presidente de Caja Navarra -que fue vicepresidente del Gobierno navarro durante el mandato de Gabriel Urralburu- aireó que el abogado que defiende a Cervera intentó que retirara la denuncia. Es más, Asiáin argumentó que, precisamente, esos contactos apuntalan la tesis de que era el diputado del PP quien intentó chantajearle.

Por su parte, Cervera ha insinuado que la dirección de CAN puede estar detrás de esta supuesta trampa, como venganza por sus críticas a la gestión de la entidad.