Una moción de censura acerca Trebiñu a Araba tras pasar más de cinco años en manos del PP
El futuro político de Trebiñu dará mañana un giro de 180 grados. Cinco de los seis ediles que conforman la oposición votarán a favor de una moción de censura contra la alcaldesa de la localidad, Inmaculada Ranedo (PP), contraría a la anexión del Condado a Araba.
Ion SALGADO
Durante los últimos cinco años y medio el Ayuntamiento de Trebiñu ha estado en manos de Inmaculada Ranedo. Una mujer de 43 años, militante del PP, que ha defendido la permanencia del enclave en la provincia de Burgos, dando la espalda a las peticiones de la ciudadanía de la «octava cuadrilla», que, en numerosas ocasiones, ha reclamado la anexión del Condado a Araba. Sin embargo, esta situación dará un vuelco dentro de veinticuatro horas, cuando se vote una moción de censura en su contra. El Consistorio cuenta con nueve concejales: tres del PP, dos de la Agrupación Electoral Independiente del Condado de Treviño (AEICT), dos de Ciudadanos del Condado de Treviño (CDC), uno de Bildu y uno del PNV.
Toda la oposición, excepto el representante jeltzale, votará para cesar a Ranedo y nombrar en su lugar al integrante de la AEICT Ignacio Portilla. Su compañera María Eugenia Galarreta sostiene que la moción de censura tiene por objeto «desbloquear» el Ayuntamiento. Según critica, durante la presente legislatura el Ejecutivo del PP ha tratado de gobernar el municipio en solitario, sin contar con el resto de formaciones. «Los presupuestos están prorrogados, y el talante de la alcaldesa no es negociador ni dialogante», denuncia.
En cuanto a la futura composición del Ejecutivo municipal, Galarreta explica que la AEICT ostentará la Alcaldía durante lo que resta de legislatura -algo más de dos años-, mientras que un concejal de la formación Ciudadanos del Condado de Treviño (CDC), que cuenta con dos ediles y también apoya la moción, será nombrado teniente de alcalde. Este cargo puede caer en manos de Adolfo Estavillo, que hace unas semanas afirmó que su partido votará a favor de la moción porque la actual alcaldesa «tiene paralizado el Ayuntamiento y ni siquiera vive en la localidad».
A los votos de ambas formaciones se les sumará el apoyo de Nestor Fernández (Bildu), que, en declaraciones a GARA confirma que su voto servirá para sacar a Isabel Ranedo del Gobierno local y para resucitar el debate entorno a la anexión del enclave a Araba. Según recuerda el edil abertzale, la moción de censura comenzó a tomar forma hace medio año, cuando el PP votó en contra de una iniciativa que tenía por objeto impulsar la integración de Trebiñu en Araba. «El PP salió con un manifiesto diciendo que no apoyaba el proceso de anexión, y a partir de entonces comenzamos a estudiar la moción», afirma.
Al hablar de la futura composición del Gobierno local, Fernández no esconde sus recelos por el papel que puedan jugar los dos ediles de CDC, ya que ambos han estado vinculados al PP en el pasado. «Parece que ellos crearon la plataforma para quitar a la alcaldesa, y al final de una forma u otra lo han conseguido. Lo que pasa es que los dos concejales -Adolfo Estavillo y Ernesto Argote- aspiraban a tener el Gobierno local, y eso es algo que desde Bildu no hemos aceptado. Por eso, una de nuestras condiciones para apoyar la moción es que el Ejecutivo lo lideren los independientes, y no los otros».
El PNV no la apoyará
Por otro lado, Fernández no oculta su enfado al hablar de la decisión del PNV, que ya ha anunciado su intención de no secundar la moción. En opinión del concejal de la coalición soberanista, la postura de Roberto Bajos, el único edil de la formación jeltzale en Trebiñu, «es de juzgado de guardia. Estuvimos hablando con él, y dijo que votaría que sí a la moción siempre que tuviera la Alcaldía. ¡Con un solo concejal!», apunta.
Para tratar de explicar su decisión, Bajos distribuyó hace días una nota entre los vecinos. En este texto, en el que critica la posición de todos los grupos que apoyan la moción, el edil afirma que el PNV «no quiere ser participe del caos que se avecina». «Apostamos únicamente por nuestro trabajo, por nuestro compromiso con Treviño», añade sin detallar más motivos. Por su parte,tras conocer la noticia, la todavía alcaldesa anunció su intención de trabajar desde la oposición «contra los intereses anexionistas que va a defender el nuevo alcalde, Ignacio Portilla».