ANÉCDOTA
El universo virtual no está hecho para dedos pontífices
Después de semanas de expectación, Benedicto XVI puso solemnemente su dedo divinizado sobre una tablet para intentar mandar su primer tuit... pero algo fue mal. Al parecer, el Papa presionó muy fuerte y el tuit no se envió correctamente. De inmediato, el arzobispo Claudio Maria Celli, del departamento de comunicaciones del Vaticano, enseñó al pontífice cómo hacerlo. El resto forma ya parte de un anecdotario que ha alimentado el ingenio de infinidad de internautas.