Soberanía fue la palabra clave sobre la que asentó su propuesta Laura Mintegi, tanto en lo político como en lo socioeconómico. «Poder decidir es cuestión de supervivencia», resumió cuando abordó sus planteamientos contra la crisis. El día llegaba marcado por la última prueba palmaria de los efectos de la dependencia: la sustracción de la paga a los funcionarios de la CAV.

Esta idea central fue teniendo desarrollo en los sucesivos ámbitos. Comenzando por el más directo, el derecho a decidir, y continuando por el más urgente, la crisis. Tras citar lo que ocurre en Escocia, Flandes, Quebec o Montenegro, Mintegi aseveró que EH Bildu empujará para que el derecho a decidir sea «prioritario» y planteó para lograrlo una fórmula abierta de acuerdos progresivos, «paso a paso», empezando por «lo que nos une».

«El objetivo no es hacer un texto que en caso de ser rechazado se guarde en un cajón durante siete años bajo siete llaves -explicó en clara alusión a los planes de Juan José Ibarretxe-. El objetivo es poner en práctica instrumentos democráticos consensuados y eficaces para que la voluntad de la población pueda materializarse, sea la que sea». «Y, por supuesto -remachó Laura Mintegi-, el derecho a decidir hay que consensuarlo aquí, antes de ir a Madrid o a París».

Empleo, pero digno

La soberanía supone también la única palanca realmente válida para dar respuestas «adecuadas» a la crisis, dijo Mintegi. «Es una impotencia terrible ver cómo no podemos tomar decisiones ni siquiera en las cosas más comunes, como el sueldo de los trabajadores. Y hay que responder a esto de una vez». Admitió además que «sufriremos esta crisis durante años, no es leve ni superficial, así que es urgente tomar medidas sin perder tiempo».

¿Soberanía para qué? Para «un cambio de paradigma», siguió Mintegi: «El objetivo no es que el capital gane más, sino que todas las personas vivamos mejor». Detallando, habló de repartir el empleo y también de crearlo apoyando a las empresas que promuevan trabajo «digno». Incidió también en que esta no es una crisis de gasto, sino de reducción de ingresos, por lo que demandó reformas fiscales como las que se están llevando a cabo en Gipuzkoa.

No obstante, la candidata de EH Bildu también habló de eliminar gastos, y en concreto el del TAV a través de una moratoria (recordó que se gastan 500 millones anuales en esta macroinfraestructura cuando las ayudas sociales este año solo han ascendido a 332 millones). Y reclamó que se renegocie el Cupo.

En cuanto al gasto social, Mintegi trajo a colación de nuevo a Gipuzkoa como ejemplo: «Lo hemos aumentado allí hasta el 48,1%, cinco puntos más que Bizkaia y seis más que Araba». Añadió que «no podemos permitir un solo desahucio. ¿Cómo es posible que en la CAV haya 75.000 viviendas vacías y que 100.000 personas estén en Etxebide a la espera de un piso?».

Exigir paz a Madrid y París

La resolución del conflicto fue otro gran bloque del discurso de Mintegi, y también aquí incidió en reclamar al futuro gobierno y al resto de los grupos una acción conjunta y comprometida: «Debemos exigir a los estados que abandonen su actitud hostil y obstruccionista, y finalicen con la violencia juridica e institucional». «Si somos capaces de aparecer como pueblo en Madrid y París, habremos adelantado mucho en el camino a la paz», opinó.

A nivel interno, planteó avanzar hacia la convivencia y lo concretó en una comisión parlamentaria: «Aprendamos de los ciudadanos, que están haciéndolo de modo natural».