El caso por la presunta extorsión a José Antonio Asiáin por parte de Santiago Cervera se encuentra parado hasta que el juzgado que llevará la instrucción no reciba la notificación de que el exdiputado del PP ya no es un aforado. Se espera que ese trámite pueda completarse hoy mismo, según han señalado fuentes de la defensa.

El abogado de Santiago Cervera expuso ayer que su intención es «agilizar» el proceso judicial de cara a aclarar lo sucedido. Para ello, será él mismo quien acuda con la documentación pertinente al juzgado, dado que la burocracia del Congreso podría tardar una semana en enviar estos informes.

De otra parte, el presidente de CAN, José Antonio Asiáin, hizo declaraciones a Antena 3 sobre el caso. El tono acusativo hacia el exdiputado pareció amainarse con respecto a la primera rueda de prensa que ofreció este lunes. Aseguró que su relación con Cervera siempre ha sido «cordial». El lunes presentó los intentos de la defensa de Cervera de que retirara la denuncia como prueba inculpatoria del exparlamentario. Sin embargo, ayer sostuvo que se negó a retirar la denuncia porque, de otra forma, parecería que están tapando «algo sucio» entre ambos.

Asiáin no se arrepiente de haber aireado el caso y considera que actuó correctamente. Sostiene que tanto él como el exdiputado tendrán oportunidad para hacer buenas sus versiones sobre lo sucedido.

Sigue la búsqueda del anónimo

Mientras ayer trascendía que los dos correos que recibieron Asiáin y Cervera tenían un párrafo idéntico, las pesquisas policiales apuntan a que la técnica de encubrimiento ha resultado radicalmente diferente. El primer correo, el de Cervera, es el que usó unas fórmulas más complicadas para mantener el anonimato. Se trata de un servidor Tor, con varias encriptaciones y sumamente complejo. A consecuencia de ello, el nombre que apareció a Cervera como remitente era muy enrevesado.

Por contra, el correo que llegó a Asiáin empleó una técnica mucho más sencilla y para la que se necesitan menos conocimientos de informática. El anónimo abrió una cuenta de correo con datos falsos a nombre de «casocaja». El servidor de correo es «mail.com», no demasiado corriente en el Estado español, pero sí en otros países.

Los investigadores que están tras la pista del informante anónimo han dejado ya traslucir que hay posibilidades de que sean incapaces de rastrear al autor. El problema no está en la encriptación, sino en el hecho de que se haya enviado desde un ordenador de un cibercafé o de una zona wifi abierta.