La Audiencia Nacional decidió ayer absolver a los seis jóvenes guipuzcoanos de Hernani y Urnieta encausados por pertenecer a Segi. El tribunal especial, liderado por la conocida jueza Ángela Murillo, ha dictado la absolución de Asier Olano, Ekhi Oñate, Iñigo Alzelai, Aitzol Arrieta, Egoitz Balerdi y Jon Ezeiza.

Este mismo tribunal ya había dejado en libertad sin cargos a Antton Zabala, Txaber Zabaleta, Mikel García y Arkaitz Telleria durante el juicio celebrado el pasado mes de setiembre.

La mayoría de estos jóvenes fueron detenidos en una operación a gran escala realizada en 2009. Todos los detenidos entonces alegaron haber sido víctimas de tortura y malos tratos durante el proceso de incomunicación policial.

Denuncias de torturas

El juicio comenzó el pasado 18 de setiembre con la petición por parte del fiscal de penas de entre 7 y 9 años para todos los acusados por «pertenencia a Segi». En la primera jornada del juicio político, Zabaleta, Ezeiza, Zabala, Telleria y Alzelai negaron ser miembros de la organización juvenil abertzale y haber participado en cualquier acto de kale borroka.

Aquella sesión sirvió también para que dos de ellos, Ezeiza y Alzelai, relatasen al tribunal de excepción los malos tratos sufridos durante la incomunicación a manos de la Policía española, con relatos escalofriantes. «Me hacían preguntas y si no contestaba lo que querían oír me daban bofetadas y patadas» o «sufrí tirones de pelo, agresiones en los costados, en las costillas, y patadas». Ambos rechazaron las imputaciones ante el juez Baltasar Garzón.

Los otros cinco jóvenes que testificaron en la segunda jornada de aquel juicio (Arrieta, García, Oñate, Balerdi y Olano) negaron, asimismo, pertenecer a Segi o participar en actos de kale borroka. Es más, algunos demostraron con datos encontrarse a decenas de kilómetros del lugar de algunos hechos que se les imputaban.

Estos cinco jóvenes también denunciaron torturas a manos de las FSE. Ekhi Oñate relató que había realizado el viaje de Donostia a Madrid «con un antifaz puesto, completamente desorientado y siendo golpeado constantemente». Mikel García confesó que llegó a perder el conocimiento después de que aplicasen «la bolsa», por lo que tuvo que ser hospitalizado. Egoitz Balerdi aseguró haber sufrido continuas burlas y humillaciones, además de golpes.

En ese mismo juicio, los policías encargados del operativo no pudieron explicar por qué no se filmaron las más de diez horas que los jóvenes permanecieron en dependencias judiciales. Preguntados por el abogado defensor, los agentes respondieron que «no se acordaban» de si las cámaras estaban conectadas, añadiendo un elocuente «yo el mandato lo cumplí; si no había cámaras, no las había».