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Corea del Norte coloca un satélite en órbita con su cohete de largo alcance

EEUU y Corea del Sur confirmaron ayer el éxito del último lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte que, además de pillar a contrapié al mundo, logró colocar un satélite en órbita, en la operación más exitosa de su programa de proyectiles balísticos iniciado en los años 70. La condena del Consejo de Seguridad de la ONU, que amenazó con tomar medidas ante otro lanzamiento, no amilanó a Pyognyang, que aseguró que continuará con su programa espacial.

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GARA | PYONGYANG

Corea del Norte lanzó ayer desde la base septentrional de Donchang-ri su cohete de largo alcance Unha-3 que logró poner en órbita por primera vez en su historia un satélite de observación lo que, según analistas, parece demostrar la capacidad de Pyongyang para lanzar misiles balísticos, aumenta la inquietud en torno a su programa nuclear y la amenaza militar para EEUU y eleva la tensión en la zona. Pyongyang calificó de «éxito» el lanzamiento, confirmado por Washington y Seúl y que ha recibido una condena generalizada.

Reunido de urgencia a petición de Japón, EEUU y Corea del Sur, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó el lanzamiento, por considerarlo una clara violación de las resoluciones del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas y, además, recordó a Pyongyang que no debe proceder a nuevos lanzamientos y mostró su determinación a tomar «medidas» en caso de que lo haga.

A la salida de las consultas del Consejo, el embajador marroquí ante la ONU, Mohammed Loulichki, presidente de turno, calificó la situación en la península coreana de «seria» y dijo que sus quince miembros seguirán de cerca la evolución de los acontecimientos en la zona.

El Consejo de Seguridad decidió continuar las negociaciones para acordar una «respuesta apropiada».

Fines pacíficos

Por lo que respecta a la política interna norcoreana, lo ocurrido ayer es un éxito para el joven Kim Jong-un, a quien dará prestigio y estabilidad. De hecho, el régimen comunista reiteró su «legítimo derecho» a lanzar cohetes de uso civil y sostuvó que continuará con su programa espacial pese a las actuales y las posibles futuras sanciones de la ONU.

Pyongyang hizo hincapié en el carácter «pacífico» de su programa, como parte de un plan general de «construcción económica y de mejora del nivel de vida de la población», y criticó a las «fuerzas hostiles» que discuten «el uso pacífico del espacio, reconocido por el derecho internacional que refleja la voluntad unánime de la comunidad internacional».

«Esta cuestión, por lo tanto, no es un área en la que el Consejo de Seguridad puede decir esto o aquello», señaló un portavoz del Ministerio norcoreano de Exteriores citado por la agencia estatal norcoreana KCNA.

Pyongyang defendió que el lanzamiento tenía como objetivo poner en órbita un satélite científico, el Kwangmyongsong-3 (Estrella brillante-3), pero de nuevo Corea del Sur, EEUU y sus aliados consideraron que encubre una prueba de misiles de largo alcance y por tanto viola las resoluciones del Consejo de Seguridad.

El satélite circula alrededor de la órbita polar a entre 500 y 600 kilómetros de altitud aproximadamente y posee dispositivos de reconocimiento y comunicación para la observación de la tierra, indicó la agencia KCNA.

El lanzamiento del cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte es el segundo de este año, tras una operación fallida en abril en el que el proyectil terminó en el mar Amarillo hecho pedazos poco después de despegar y que acarreó el endurecimiento de las sanciones impuestas por la ONU por anteriores ensayos. Con anterioridad, el país realizó otros tres lanzamientos fallidos de proyectiles de largo alcance, en 1998, 2006 y 2009, todos ellos bajo en mandato de Kim Jong-il, padre del actual líder norcoreano, Kim Jong-un.

En el de ayer, las tres fases del proyectil funcionaron correctamente y fueron completadas, lo que indica que el cohete recorrió más de 10.000 kilómetros.

Los expertos creen que el Unda-3, al igual que el Unda-2 ahora mejorado, tiene una primera fase formada por cuatro motores del Rodong, un misil de alcance medio norcoreano desarrollado a partir de los Scud soviéticos, pero desconocen que mejoras ha podido aplicar Pyongyang respecto al que lanzó el pasado mes de abril. Seúl no descarta que haya contado con ayuda extranjera para hacerlo y todas las miradas se posan en Irán, que ya lo desmintió.

Por sorpresa

Con la operación de ayer, el régimen comunista, que dedica la mayor parte de su presupuesto al gasto militar y ve cómo su rico vecino del sur intenta desde hace tres años lanzar sin éxito su cohete Naro-1, ha vuelto a demostrar su capacidad para resultar del todo imprevisible, ya que su último lanzamiento pilló a contrapié a todo el mundo.

El martes, fuentes militares surcoreanas indicaban que, según imágenes vía satélite, los técnicos norcoreanos parecían estar desmantelando el cohete en la base desde la que fue lanzado para repararlo. Solo un día antes, Pyongyang había reconocido supuestos fallos técnicos y anunciaba que ampliaba hasta el 29 de diciembre el plazo para llevar a cabo la operación, inicialmente prevista entre el 10 y el 22 de diciembre para que coincidiera con el aniversario de la muerte de Kim Jong-il, ocurrida el 17 de diciembre de 2011.

Una maniobra que despistó a prensa, servicios de inteligencia surcoreanos -que se jactaban de observar cada movimiento en la plataforma de lanzamiento- y a los propios ciudadanos norcoreanos, a los que el lanzamiento de ayer pilló por sorpresa.

EEUU y Corea del Sur confirmaron que el cohete entró en órbita, pero advirtieron de que era necesario esperar hasta comprobar si el «supuesto satélite puede funcionar con normalidad».

Pese a la exitosa operación, la opinión general es que los científicos norcoreanos son aún incapaces de fabricar cabezas nucleares lo suficientemente pequeñas como para ser equipadas en un proyectil como en Unha-3, aunque sin duda supone un hito, según algunos analistas, en sus fines militares.

«Este ensayo aumenta sin duda la credibilidad de Corea del Norte cuando dice -lo hizo a principios de octubre- que tiene misiles estratégicos capaces de golpear territorio de EEUU», aseguró a AFP James Schoff, de la Fundación Carnegie para la paz internacional, una advertencia que los expertos habían considerado un «bluff». «Es difícil ignorar una prueba como esta», agregó.

Para Masako Okonogi profesor de la Universidad Keio de Japón, el lanzamiento de ayer situó a Corea del Norte en lo alto de las prioridades de Washington en materia de seguridad. «Poner un satélite en órbita significa que puede tener la tecnología para enviar una ojiva a un destino deseado. Corea del Norte ahora se convierte en una amenaza no solo para sus países vecinos sino también para EEUU», añadió. «Ahora la pregunta es si el satélite fue colocado en la órbita prevista o se halla a la deriva», dijo.

Sin embargo, a pesar de haber logrado colocar su satélite en órbita, muchos analistas creen que no hay que sobreestimar la capacidad de Pyongyang, aunque alertan de que«están mejorando y hay que tomarles en serio».

Poco se sabe del programa nuclear norcoreano, pero hay quien se aventura a decir que tiene suficiente plutonio para entre seis y ocho bombas nucleares. En Corea del Sur, no dudan de que técnicamente Pyongyang progresará rápidamente en la miniatu- rización de las ojivas atómicas y en la precisión de sus misiles.

China pide prudencia y Rusia, que no se repita

China y Rusia lamentaron el lanzamiento del cohete norcoreano de largo alcance y que pidieron «prudencia y moderación» a la ONU, en el caso de Pekín, y que una prueba del estilo no se repita, en el caso de Moscú.

El Gobierno chino, principal y casi único aliado de Corea del Norte, expresó su rechazo al ensayo norcoreano, si bien instó a todas las partes implicadas a mantener la calma y evitar una escalada de tensión en la región. «China siempre aboga por la vía del diálogo», reiteró. Antes de la reunión del Consejo de Seguridad, pidió a este órgano de decisión una «respuesta prudente y moderada para mantener la paz y estabilidad», al tiempo que urgía a Pyongyang, cuyo derecho al un uso pacífico del espacio defendió, a cumplir con sus resoluciones ya que es miembro de la ONU.

Rusia, por su parte, exhortó a Corea del Norte a «no incurrir en nuevas acciones reñidas con las resoluciones del Consejo de Seguridad y expresó su esperanza de que otros países «se abstengan de dar pasos que puedan exacerbar los ánimos y crear nuevos obstáculos en la renovación de las negociaciones a seis bandas». GARA

corea del sur

El Ministerio de Defensa de Corea del Sur elevó el nivel de alerta de las Fuerzas Armadas después del lanzamiento del cohete de largo alcance por parte de su vecino del norte.

Japón

El ministro japonés de Defensa insistió en la necesidad de que su país disponga de un sistema eficaz de misiles frente al «progreso técnico» de Corea del Norte, que consiguió colocar un satélite en órbita.

«desafío»

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, consideró que el ensayo norcoreano es un «desafío» a la comunidad internacional y una «clara violación» de las resoluciones de la ONU.

El ensayo de Pyongyang desata la condena internacional generalizada

El lanzamiento del cohete de largo alcance norcoreana desató ayer duras críticas de la llamada comunidad internacional, con sus vecinos Corea del Sur y Japón a la cabeza a la hora de pedir nuevas sanciones, que finalmente no se adoptaron. Todos consideraron una clara violación, «deliberada e irresponsable», de las resoluciones 1718 y 1874 del Consejo de Seguridad de la ONU», que prohíben cualquier lanzamiento con tecnología de misiles balísticos a Pyongyang.

Seúl y Tokio tacharon de «desafío» y «provocación» la prueba, que consideran, como EEUU y sus aliados, que escondió un ensayo de tecnología de misiles.

«Corea del Norte deberá asumir su plena responsabilidad por esta violación», insistió Corea del Sur en un comunicado, en el que aseguró que trabajará de cerca con la comunidad internacional «para adoptar las contramedidas correspondientes».

Japón, por su parte, transmitió una protesta a Pyongyang a través de Pekín, además de calificar el lanzamiento de "extremadamente lamentable e inaceptable». Como Seúl, Tokio aseguró que trabajará «al unísono" con Corea del Sur y EEUU para responder al lanzamiento del cohete, que sobrevoló la sureña región nipona de Okinawa, donde se habían desplegado varios sistemas antimisiles como medidas de precaución.

Para EEUU, que en abril suspendió un acuerdo de asistencia alimentaria a Corea del Norte por un fallido intento de lanzar un cohete similar al de ayer, esta última «grave provocación» de Pyongyang es una amenaza para la seguridad regional. Su portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, tildó de «irresponsable» al régimen de Kim Jong-un y apostó por enviarle «un mensaje claro» con las medidas apropiadas desde la comunidad internacional. Unas horas después, Washington insistió en que el ensayo tendrá consecuencias, pero se abstuvo de dar detalles.

A las críticas se unió el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, que deploró el «desafío» norcoreano y le pidió que se esfuerce por «construir confianza con sus vecinos mientras da pasos para mejorar la vida de su población».

La Unión Europea también advirtió de «posibles medidas restrictivas adicionales» para Corea del Norte por la prueba, que la jefa de la diplomacia de los Veintisiete, Catherine Ashton, consideró un paso más de Pyongyang para adquirir tecnología de misiles balísticos.

Alemania tildó de «provocación irresponsable» la operación y pidió una «respuesta clara» ante esta violación del derecho internacional. En similares términos se expresó el Estado francés, que pidió una acción «firme», mientras que Gran Bretaña llamó ayer a consultas al embajador de Corea del Norte en Londres, Hyon Hak-bong, para expresarle su repulsa por el lanzamiento del cohete.

La OTAN se sumó también a la firme condena de lo que calificó de «provocación» que «exacerba la tensión y amenaza con desestabilizar la región», y recordó que el pasado 5 de diciembre el Consejo de la Alianza ya expresó su «preocupación» tras el anuncio de Pyongyang de su intención de lanzar un cohete utilizando tecnología de misiles balísticos. GARA

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