LAB y ELA denunciaron ayer la «movilidad geográfica forzosa» impuesta a trabajadores de Caja Navarra y reiteraron en este sentido que «el coste del desmantelamiento de esta entidad recae sobre los trabajadores».

Así lo señalaron en un comunicado en el que explican que en virtud del acuerdo laboral de integración firmado por la dirección de CaixaBank y UGT, CCOO y SEA, trabajadores de la antigua Caja Navarra están recibiendo cartas en las que se les indica que a partir de enero su nuevo puesto de trabajo se encuentra en Barcelona.

Unos 850 trabajadores de Banca Cívica pueden verse afectados hasta diciembre del año 2014, según estos sindicatos, que denunciaron que la dirección de CaixaBank no les ha facilitado datos el número de trabajadores afectados en Euskal Herria y que pueden ser 140, unos 100 de ellos en la comunidad foral.