Finalizada la votación, la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, le dio la palabra a Iñigo Urkullu, un trámite que no figura en el reglamento. Ni siquiera esperó a que el recién elegido la pidiera poder intervenir. El detalle da una idea de la emoción con la que recibieron la investidura desde el grupo jeltzale. El propio Urkullu se declaró emocionado y «agradecido al PNV por el apoyo recibido y por haberme propuesto».

Su mensaje principal fue, una vez más, la necesidad de alcanzar acuerdos. Un ejercicio de mano tendida pero sin enseñar todavía sus cartas. Y, precisamente, eso es lo que le pide el principal grupo de la oposición. Laura Mintegi, portavoz de EH Bildu, insistió en que la coalición está abierta a acuerdos, pero en función de los contenidos.

Recordando el debate de la víspera, Urkullu señaló que se había quedado con la idea de que todos los grupos reconocían la necesidad de acuerdos en distintas materias y reiteró que su búsqueda marcará la legislatura.

Una legislatura que también definió como la de «la paz y la convivencia». Y reclamó de los parlamentarios «el esfuerzo por consolidar ese espacio de libertad para todas las personas, basado en el respeto a los derechos humanos, basado en la memoria, basado también en la justicia».

La idea de «solos no podemos», expresada ayer de nuevo por el portavoz jeltzale, Joseba Egibar, es uno de los ejes de este arranque de legislatura. Iñigo Urkullu declaró que «en democracia nadie es más que nadie, y nadie lo sabemos todo». Y lo ligó con que «todos necesitaremos aportar lo mejor de nosotros y de nosotras para hacer que Euskadi pueda profundizar en el autogobierno, que tenga también capacidad de dar dignidad a todas las personas y que tenga, por lo tanto, posibilidad de hacer que las personas que viven en Euskadi gocen de la mayor justicia social posible».

Mintegi pide «valentía»

La decisión de Iñigo Urkullu de tomar la palabra en el pleno hizo que otros portavoces, bien por iniciativa propia, bien a requerimiento de los periodistas, pasaran por la sala de prensa para valorar lo dicho por el lehendakari electo.

Laura Mintegi señaló que este cambio de legislatura y de inquilino en Ajuria Enea supone «un punto de inflexión» y pidió al nuevo Gobierno que actúe «con energía y valentía» para dar respuesta a la situación política y económica.

La portavoz de EH Bildu manifestó que, a partir del próximo lunes, el Ejecutivo de Urkullu debe comenzar a concretar la medidas que piensa tomar.

Preguntada por el llamamiento a la búsqueda de acuerdos reiterado por Urkullu, Mintegi constató que el nuevo Gobierno está necesitado de dichos acuerdos porque apenas cuenta con 27 escaños de 75. Insistió en que EH Bildu tiene «voluntad de acordar, pero en función de los contenidos». «Veremos qué nos proponen», concluyó.

Basagoiti marca también al PSE

El presidente del PP, Antonio Basagoiti, arrancó deseando «toda la suerte del mundo» al nuevo lehendakari para que su gestión, en momentos tan complicados, sea «exitosa y positiva para el conjunto de los vascos».

De ahí pasó a su apelaciones a la moderación, la tranquilidad y la normalidad, para que las decisiones que se adopten desde el Gobierno «sirvan para solucionar problemas y no para crear unos nuevos».

La pregunta sobre la disponibilidad del PP para llegar a los acuerdos que pide Urkullu le dio pie a Basagoiti para comenzar a marcar de cerca la actuación del que fue su socio durante la mayor parte de la pasada legislatura. Afirmó que el PP «no está para hacer gobiernos con el PNV» porque tienen «propuestas diferentes, espacios políticos distintos». Sin embargo, dijo haber tenido la sensación durante el debate de investidura de que «el PSE se vendía un poco, poniéndose en el escaparate para ver si le compraban».

Mostró su disposición a arrimar el hombro en materias como los presupuestos, siempre que sea «en la dirección correcta», pero colocó claramente al PP «en la oposición». «No estamos para estar en el gobierno, para eso está el PSE», apostilló.

También Gorka Maneiro, de UPyD, felicitó a Urkullu y se mostró dispuesto a colaborar con él para «rescatar» a la ciudadanía vasca de la crisis. Pero le pidió que se «olvide de los planes soberanistas».

Joseba Egibar puso voz a la alegría del PNV por volver a Ajuria Enea, pero también reconoció la dificultad de gobernar en solitario con 27 escaños. El portavoz jeltzale aseguró que es el nuevo Gobierno el que tiene la responsabilidad de buscar acuerdos y señaló que esa será la tarea inmediata tanto para el equipo de Urkullu como para el grupo parlamentario del PNV.