Rusia asume que el régimen sirio está perdiendo el control del país
Rusia reconoce ya que cada día que pasa el régimen sirio pierde más el control del país y no excluye la victoria de la oposición armada. A su vez, la OTAN anuncia el próximo hundimiento del régimen. Mientras tanto, la insurgencia siria se prepara para la «batalla de Damasco», donde se multiplican los atentados yihadistas contra fuerzas de seguridad y la población fiel al Gobierno de Bashar al Assad.
GARA | DAMASCO
Rusia asume que no puede excluirse una victoria de la oposición armada en el conflicto sirio. «Hay que ver las cosas de frente. El régimen y el gobierno sirios pierden cada vez más el control del país», declaró Mijail Bogdanov, viceministro ruso de Asuntos Exteriores. Sin embargo, Moscú insistirá en la aplicación del documento acordado en Ginebra para «encontrar una solución pacífica al conflicto», señaló Bogdanov.
Igualmente, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, consideró que el régimen de Bashar al Asad está cerca del colapso y tiene los días contados.
«Creo que el régimen en Damasco está acercándose al colapso y que ahora solo es cuestión de tiempo», afirmó Rasmussen en una rueda de prensa en Bruselas.
También el ministro iraquí de Finanzas, Rifaa al-Issawi, opinó que la caída del régimen podría ser solo cuestión de semanas.
La batalla por Damasco
Mientas, los atentados se multiplican en Damasco y sus alrededores. Ayer un coche bomba provocó 17 muertos, entre ellos siete niños, y cerca de 20 heridos en Qatana, a 25 kilómetros de la capital. El atentado fue cometido contra la residencia de varios oficiales del Ejército sirio y cerca de una escuela primaria.
Unas horas después, otro coche bomba dejó al menos ocho personas muertas y 33 heridas en un nuevo atentado con coche bomba cerca de una panadería en Yodeidat al Fadllas, en las afueras de la capital.
Estos ataques se producen un día después del atentado con tres explosiones contra el Ministerio del Interior, en el que hubo cinco muertos y el propio ministro, Mohammad Ibrahim al-Chaar, resultó herido. Ayer fue asumido por el Frente al-Nosra, el grupo yihadista que está adquiriendo el protagonismo de la revuelta pese a que Washington lo haya incluido en su lista de «organizaciones terroristas».
Además, prosiguieron los bombardeos y los choques entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes en las afueras de la capital, en especial en las localidades de Muadamiya, Yalda, Arbín y Harasta.
Los rebeldes se hicieron con el control del cuartel de Inshaat, en la zona de Shaba, situada en la carretera que lleva al aeropuerto de Damasco, según los Comités de Coordinación Local.
El escenario de la capital siria se ve cada día más cercano a la batalla que prepara la insurgencia. El régimen había centrado allí su ofensiva para eliminar los feudos que mantenían la rebelión, pero esta se prepara para una ofensiva mayor. Con esta perspectiva, los Comités Locales de Coordinación, que agrupan a los militantes que comenzaron con las primeras protestas contra el régimen, pidieron a la población que proteja «los lugares de culto, los yacimientos arqueológicos y los archivos de información para poder juzgar más tarde a los responsables». También pidieron a los habitantes de Damasco «preparar centros de primeros auxilios, generadores y provisiones».
Misiles Scud
Karim Bitar, director de investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicos (IRIS) opina que «la gran batalla de Damasco, que puede cambiar las reglas del juego, está a punto de comenzar». Bitar cree que el uso de misiles Scud por parte del régimen «forma parte de la guerra sicológica que libra el régimen contra los rebeldes y las regiones que les apoyan» con el fin e recordar que «lanzará todas sus fuerzas en la batalla y que no tendrá escrúpulos en golpear fuerte».
EEUU y los insurgentes han acusado al Ejército sirio de estar utilizando misiles y bombas incendiarias. «Misiles Scud han caído en Siria», afirmó un responsable de la Administración de Washington bajo anonimato. Igualmente, un oficial desertor de una de las brigadas especializadas en misiles tierra-tierra insistió en que su antigua unidad lanzó varios misiles Scud hacia las zonas insurgentes.
Sin embargo, el Ministerio sirio de Exteriores lo negó categóricamente. «Todo el mundo sabe que los misiles Scud de largo alcance son armas estratégicas y no se utilizan contra los terroristas armados», informó la televisión estatal, citando a una fuente del Ministerio.
La fuente acusó a su vez a los insurgentes afirmando que «bandas armadas terroristas ahora usan armas sofisticadas»
«No soy un mercenario» jura Luis Munar, un exoficial del Ejército español que dejó su país para entrenar a los insurgentes en Siria. Afirma que lo hizo porque «nunca pude soportar ver matar niños sin actuar», aunque reconoce que «mejora mi curriculum y me permite mantener a mi familia». Se pagó su primer viaje a través de las provincias de Idleb y Alepo, pero ahora es una red internacional de exiliados sirios la que le ha puesto en contacto con la brigada al Faruq y con el ELS. «Estoy orgulloso de decir que todos los que he formado están todavía vivos. Solo dos combatientes han sido heridos levemente en combate con unidades de fuerzas especiales», afirma. En su primer viaje encontró «jóvenes luchando cuerpo a cuerpo contra las tropas con fusiles AK-47 sin haber tenido jamas una pistola en sus manos». Ahora le piden «entrenamiento frente a los tanques y la aviación». En un momento en el que el frente de Damasco cobra especial relevancia, también les ha instruido en tácticas de guerrilla urbana. Además, reconoce con orgullo haber participado en combates con el Ejército «para observar los resultados de mis cursos y verlos sobre campo de batalla». GARA
«Queremos elogiar al Gobierno de Rusia por finalmente haber despertado a la realidad y reconocer que los días del régimen de Al Assad están contados», declaró Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado de EEUU.