Una moción de censura pone en marcha la cuenta atrás de la anexión de Trebiñu a Araba
El nuevo gobierno local de Trebiñu, que ha quedado en manos de dos agrupaciones ciudadanas gracias a una moción de censura contra el PP, quiere impulsar la incorporación del enclave en Araba. El nuevo alcalde afirmó que «la cuenta atrás de la integración está en marcha».
Ion SALGADO | TREBIÑU
Ignacio Portilla, concejal de la Agrupación Electoral Independiente del Condado de Treviño (AEICT), se convirtió ayer en el nuevo alcalde de la «octava cuadrilla» alavesa gracias a la aprobación de una moción de censura contra Inmaculada Ranedo (PP). El texto, que fue apoyado por el único edil de Bildu, por los dos de la formación Ciudadanos del Condado (CDC) y por los dos de la AEICT, evidenció el enfado de la oposición con la «nefasta gestión» de Ranedo , que dirigía el día a día de la localidad con el apoyo de sus dos compañeros de partido.
Durante su intervención ante el pleno, Portilla acusó a la alcaldesa saliente, que estuvo arropada por dirigentes del PP burgalés, de gobernar en minoría a golpe de decreto, sin dialogar con el resto de formaciones. Aseguró que Ranedo es «incapaz» de llegar a acuerdos y denunció que su equipo impuso un «bloqueo administrativo» en el Consistorio.
En alusión al contencioso territorial que padecen los municipios del enclave, el nuevo alcalde destacó que la anexión de Trebiñu a Araba es una reclamación soberana de los vecinos y señaló que el cambio de siglas en el Ayuntamiento, compuesto por medio centenar de localidades, ha puesto en marcha la cuenta atrás para la integración del Condado en Araba.
La primera medida
Portilla anunció que la primera medida del nuevo equipo de gobierno tendrá por objeto conocer la situación real de la economía local. «No vais a salir indemnes de esta institución. Vamos a pedir cuentas por vuestra mala gestión», subrayó.
Desde CDC, Adolfo Estavillo bromeó por la presencia de numerosos dirigentes del PP burgales en el salón de plenos: «Habría que hacer una moción de censura cada seis meses; así podrían ver cómo está realmente Treviño».
Por su parte, el concejal de Bildu, Néstor Fernández, exigió una solución para los problemas territoriales del enclave, que depende administrativamente de Burgos en contra de la voluntad de los vecinos. En este sentido, apostó por trabajar para lograr la integración de Trebiñu en Araba. «Entre todos lo conseguiremos», concluyó.
Estas intervenciones parecieron no importar a la alcaldesa saliente, que respondió con carcajadas a las críticas lanzadas por la oposición. Durante su intervención, Ranedo, que ocupaba la Alcaldía pese a residir en Miranda, defendió la gestión del PP. «Dejó la alcaldía con la conciencia tranquila», afirmó.
La parlamentaria alavesa de EH Bildu Belén Arrondo estuvo presente en el pleno. Por su parte, el PP de Burgos envió a una comitiva para escenificar su apoyo a la alcaldesa saliente.
El concejal del PNV, Roberto Bajos, decidió abstenerse a la hora de votar la moción de censura. Según los proponentes, el edil jeltzale reclamó la Alcaldía a cambio de apoyar la moción.