Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en las aldeas chiíes de las fueras de la capital de Bahrein, Manama, para pedir reformas democráticas en la primera marcha desde que las autoridades decidieran poner fin a una polémica norma que desde el 29 de octubre prohibía las protestas para «preservar la paz social».

La marcha fue organizada por la oposición tras el levantamiento de la prohibición y a dos días de la fiesta nacional de este país del Golfo sacudido desde el año pasado por una revuelta de la mayoría chií que ha dejado al menos 80 personas.

La revuelta, iniciada el 14 de febrero de 2011, «no finalizará sin un verdadero proceso democrático que ponga fin a una era de injusticia y tiranía», aseguró la oposición tras la manifestación.