Al menos 27 personas, de ellas 20 niños, murieron tiroteadas en una escuela de Primaria en la ciudad de Newtown, en Connecticut), en una de las peores masacres registradas en un centro escolar en Estados Unidos. El suceso hizo que el presidente, Barack Obama, compareciera emocionado para ofrecer sus condolencias a las familias de las víctimas y emplazar a la clase política a unirse y tomar «acciones significativas» para evitar tragedias de este tipo.«Hemos sufrido demasiadas de estas tragedias en los últimos años», lamentó.

Obama, con lágrimas en los ojos, explicó que no reaccionaba «como presidente, sino como padre. Sé que no hay un padre en Estados Unidos que no sienta la misma pena devastadora que siento yo. Tenían toda la vida por delante, cumpleaños, graduaciones, bodas, sus propios hijos...». El presidente declaró cuatro días de luto en los que las banderas ondearán a media hasta en todos los edificios y lugares públicos, así como en las legaciones en el extranjero.

Decenas de disparos

Un joven de 20 años, Adam Lanza, entró a primera hora de la mañana vestido con ropa negra y una máscara, chaleco antibalas y cuatro armas. en la escuela Sandy Hook, donde acuden más de 600 menores de entre cinco y diez años.

Testigos aseguraron que hubo decenas de disparos y la mayoría se produjo en el aula de los más pequeños. El supuesto autor del tiroteo, Adam Lanza, abrió fuego en la clase de su madre, que era profesora de la escuela y que murió, y luego se quitó la vida con una de sus armas, según la cadena de televisión CBS. Lanza llevó a cabo casi todos los disparos en este aula. También el padre de Lanza apareció muerto en su domicilio, según la Policía.

Según testimonios de padres y el personal de la escuela, se hallaron un centenar de disparos y la directora de la escuela y un sicólogo formaría parte de las víctimas.

El teniente de la policía de Connecticut, Paul Vance, dijo que en total murieron 18 niños en el colegio así como seis adultos y el autor del tiroteo. Otros dos pequeños fallecieron al llegar al hospital y otro adulto en un sitio no identificado.

Centenares de padres angustiados acudieron a la escuela para comprobar si sus hijos estaban a salvo. Richard Wilford, un padre de un alumno, se preguntaba desesperado: «¿Qué piensa un padre dirigiéndose a una escuela donde hay un tiroteo? Es el momento más aterrador de la vida de un padre... No tienes ni idea». «La policía nos dijo que nos abrazáramos, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio», relató la evacuación al diario local «Hartford Courant» Vanessa Bajraliu, una niña de nueve años. Otro niño, Brendan Murray, también de nueve años, relató que estaba con sus compañeros en el gimnasio de la escuela cuando escucharon «un montón de golpes» y los profesores les ordenaron que se escondieran en un armario, donde permanecieron ocultos durante 15 minutos.

Interrogado sobre las consecuencias de la enénsima matanza en un centro escolar, el portavoz de la Casa Blanca, Jim Carney, indicó que «no es el día para hablar de política» , pero el debate sobre las armas de fuego en Estados Unidos volvió a abrirse en los medios de comunicación y entre los políticos.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, pidió a Obama que «envíe un proyecto de ley al Congreso», además de sus condolencias.

«Hemos oído la retórica. Lo que no hemos visto es liderazgo, ni por parte de la Casa Blanca ni del Congreso. Eso debe acabar hoy», concluyó.