El «Informe integrado de la Hacienda vasca 2010», que acaba de ver la luz, confirma que la crisis está provocando una reducción de ingresos tributarios. En los últimos diez años, hasta el año 2009 que es el último informe tributario que ha visto la luz, se confirma que la rentas económicas más altas han crecido en un 152,63% y, sin embargo, el número de personas que declaró unos ingresos anuales de 6.000 euros, es decir 500 euros al mes, se redujo en un 51%. Un 35,75% de la población que realizó la declaración de la renta reconoció unos ingresos por debajo de mil euros al mes. Es una cantidad que, en estos momentos, se acerca al umbral de la pobreza, pero que con los datos de las declaraciones de IRPF de 2009 indican que más de un tercio de la población de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa contaba con ingresos que no superaban la barrera de la pobreza.

Según los datos oficiales, 7.158 personas declararon unos ingresos anuales por encima de los 120.000 euros. En esa cantidad situó el ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, la barrera del delito fiscal, en caso de que no se declaren esos ingresos. Quienes tienen esos ingresos altos en la CAV representan el 4,13% de los rendimientos del IRPF, más de 1.052,6 millones. A cambio, en el tramo bajo se necesitan casi 260.000 personas para igualar esos rendimientos.

En 201o se presentaron 1.171.432 declaraciones de la renta referidas a 2009. La mitad (49,9%) declaró una renta inferior a 18.000 euros y en el otro extremo, un 2,3% del número de declaraciones expresó contar con ingresos superiores a los 66.000 euros. El tipo medio efectivo que se paga en el IRPF aumenta de forma sistemática, como explica el informe. Sin embargo, está muy alejado del real. De hecho, advierte de que «aumenta sistemáticamente con el nivel de rentas, pasando del 0,2% para las rentas positivas más bajas, al 29,3% para las que se encuentran entre 150.000 y 180.000 euros, pero cuando son superiores a 180.000 euros pagan menos, un 28,2%». Las haciendas recaudaron en 2010 por el IRPF 4.065 euros, un 3,8% más que un año antes y casi el doble que en 2000.

En ese ejercicio 504.376 contribuyentes presentaron reducciones al pago de la renta por aportaciones a planes de pensiones y entidades de previsión social voluntaria (EPSV) por un valor de 1.215 millones, que realizó el 42,8% de los contribuyentes. El número de contribuyentes que ha realizado aportaciones se ha reducido en casi un 3%, aunque el importe aumentó en un 2,5%», explica el informe. En este caso, la aportación media general ascendió a 2.391 euros, que supone un aumento del 5,7% respecto al año anterior, pero esta distribución media es engañosa, puesto que los niveles de renta inferiores aportan para complementar sus pensiones un total de 1.650 euros, mientras que los contribuyentes con altos niveles de renta realizan aportaciones de 9.200 euros al año para garantizar su pensión. Sin embargo, 155.000 trabajadores declaran ingresos anuales totales inferiores a esa cantidad para hacer frente a sus gastos para sobrevivir.

Sobre los rendimientos de la renta, entre dividendos percibidos y los intereses de las cuentas corrientes y de ahorro, se cerró con un importe superior a los 2.364 millones, aunque las ganancias patrimoniales descendieron casi un 30% hasta los 541 millones.

rendimientos medios

El rendimiento medio del trabajo ascendió a 22.640,31 euros, pero los titulares de las actividades económicas y empresariales declararon unos ingresos de 12.226,52 euros, es decir 10.414 euros menos que los trabajadores. Esta situación desigual es una de las principales críticas que se realizan desde las organizaciones sindicales a la hora de plantear acciones en contra del fraude fiscal y para elevar la presión fiscal. Puesto que los datos confirman que si en Hego Euskal Herria se aplicara la presión fiscal media de la Unión Europea, los ingresos ascenderían en 8.300 millones.