No hay mucho que añadir a lo que cada semana se viene diciendo sobre Lagun Aro GBC. El conjunto donostiarra ocupa puestos de descenso después de sumar una única victoria en 11 jornadas, y se juega su propio futuro ante un rival directo como el Cajasol. Los de Sito Alonso visitan un feudo que históricamente no se les ha dado mal, ya que han logrado sumar un par de victorias en San Pablo.

Ciertamente, a eso y a la indudable mejoría de las últimas semanas se deberán agarrar los guipuzcoanos, toda vez que los mejores minutos de Gipuzkoa Basket son ya de un nivel más que interesante. No obstante, no son los picos de nivel lo que están trayendo derrotas al saco donostiarra, sino los valles; es decir, la tan manida irregularidad, la que obliga, en palabras del propio Sito Alonso a «reengancharse dos veces al partido, algo que nos va mellando, y que nos deja sin energía cuando hay que volver por tercera vez».

Sin ir más lejos, el duelo ante Gran Canaria sería un ejemplo palmario. Los donostiarras, que siempre fueron a remolque, se encontraron con un parcial final de 18-32 con el que se decidiría el partido, hundiendo en la clasificación a Lagun Aro GBC.

Un rival al alza

Gipuzkoa Basket no solo se enfrenta a sus propios problemas, sino ante un Cajasol al alza. Los hombres de Aíto García Reneses fueron capaces de derrotar a Bilbao Basket en Miribilla el pasado domingo, y lograron el pase al Last 16 de la Eurocup.

Por otro lado, la escuadra hispalense podrá contar con un nuevo jugador: el estadounidense Roderick Blakney, un base anotador que le vendrá muy bien a Cajasol, ya que aparte de Satoransky, solo cuenta con el jovencísimo Radicevic para ejercer de director.