Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS | Periodista
Los lindantes
En política, como en la vida toda, tan importante es ser como lindar. El problema empieza cuando se nos pregunta con quién lindamos ¿Con quién lindan los socialistas? Patxi López perdió el rumbo cuando acordó lindar con los «populares». Un socialista no puede lindar con fascistas, pero lo hizo durante cuatro años ¿Eso es o no es democrático? Parece que sí. Ahora los socialistas han vuelto a restablecer su elástico linde democrático con su rechazo a firmar un documento parlamentario junto a los representantes de Amaiur. En el documento se pide que el Tribunal Constitucional anule el recorte real de las pensiones. El Partido Socialista ha decidido que la defensa de su frontera democrática frente al Gobierno del Sr. Rajoy -al menos en Madrid- perdería consistencia si une su firma a la del partido abertzale. Una cosa es la connivencia en la colonia y, otra, en la metrópoli. Los pensionistas son un objetivo secundario. Además los pensionistas seguirán estando ahí dentro de un año, de dos, de tres. Algunos pensionistas morirán ¿pero qué significan esas muertes ante la guarda de la pureza ideológica? Lo importante es el ¡Viva España! Hay que darle un perfil puro al asunto político ¿Son puros los socialistas? Ahora sí. Antes uno dudaba. No los encontraba limpios en la lucha por el bienestar obrero. Pero los trabajadores no son tampoco tan importantes. Hay trabajadores españoles que votan al Partido Popular. Lo que define la solidez política de la izquierda española no es ya la lucha por los trabajadores sino la batalla contra los vascos. Llegados a esta linde ¿es digno luchar por unos jubilados que además están cerca de irse a la porra? No es patriótico si firma también Amaiur. Esto que quede claro.