Crónica | relevo en Ajuria Enea
De la toma del Palacio de Invierno de 2009 a la vuelta a casa por Navidad
El PNV ha regresado a Ajuria Enea con la naturalidad de quien vuelve a casa, a su casa, tras un tiempo ausente. Y coincidió en víspera de Navidad, lo que facilita el recurso al tópico del anuncio de turrón. El sobrio acto de promesa del cargo de los consejeros de ayer contrastó con la fiesta que el PSE montó el 9 de mayo de 2009, aquella mezcla de boda y toma del Palacio de Invierno.
Iñaki IRIONDO
La promesa del cargo es un acto protocolario y formal e Iñigo Urkullu y sus consejeros y consejeras hicieron patente el cambio de estilo con relación al Ejecutivo de Patxi López. Hace tres años y medio había decenas de invitados. Ayer no estuvo presente nadie que no tuviera allí un cometido profesional.
Los miembros de la Mesa del Parlamento, que ejercen como testigos formales de la promesa, llegaron un cuarto de hora antes del mediodía, el momento previsto para el inicio de la ceremonia. Los protagonistas ya estaban dentro y los periodistas formábamos corrillos en el exterior.
Cercanas las doce, cada cual fue a su puesto. En el hall de entrada de Ajuria Enea se había dispuesto una pequeña mesa, con el ejemplar del Estatuto de Autonomía y el texto de promesa del cargo de los consejeros y consejeras. Desde allí el lehendakari fue leyendo los decretos de nombramiento y ya pudieron encontrarse las primeras diferencias con relación al acto de la pasada legislatura.
Urkullu utilizó únicamente el euskara para leer unos textos que López leyó también solo en español. Y todos los consejeros, incluso los dos que no dominan el idioma, respondieron al lehendakari prometiendo su cargo también euskara.
Otra diferencia estuvo en el texto de la promesa. La fórmula del PSE fue la de «juro/prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente con las obligaciones de mi cargo de [la consejería de cada cual]. Cargo que cumpliré con lealtad a la Constitución, al Estatuto de Autonomía de Gernika y a las demás leyes vigentes al servicio de la ciudadanía».
Ayer se volvió a un texto mucho más sencillo: «Hartzen duda agintea, Euskadiren zerbitzuan eta legearen arabera, zintzo eta leialki erabiliko dudala, hitz ematen dut» (Prometo cumplir fiel y lealmente, de acuerdo con la ley, las obligaciones del cargo que asumo al servicio de Euskadi).
Una vez que los ocho consejeros y consejeras habían prometido su cargo, el Gobierno en pleno salió al exterior para hacerse la «foto de familia» en la fachada principal de Ajuria Enea, mientras los integrantes de la Mesa del Parlamento retornaban discretamente a sus otras obligaciones. Después, el lehendakari reunió a su equipo en un primer encuentro informal, antes de comparecer cada uno ellos ante los medios de información.
Sin fiesta exterior
Las tomas de posesión de consejeros habían sido siempre de este estilo, hasta que la llegada del PSE a Ajuria Enea rompió la costumbre, convirtiéndola en una fiesta. El 9 de mayo de 2009, decenas de familiares de los consejeros, amigos o integrantes de sus agrupaciones locales acudieron al acto.
Como el novio de una boda, Patxi López se vio entonces encadenado a una sucesión de fotos en la escalinata con los distintos grupos de invitados, que también se retrataban con el consejero o consejera por el que habían ido hasta allí.
Hubo entonces una cierta sensación de toma del Palacio de Invierno aunque, eso sí, como quedó constancia en la crónicas de la fecha, con canapés de excelente factura, vino de Rioja, txakolí, cerveza y agua. Abrazos, alegría... «¡Por fin!», parecían decir todos al unísono, desde los veteranos militantes a los nuevos profesionales.
Ayer no hubo ningún tipo de celebración. Y visto cómo ha salido el PSE de Ajuria Enea, camino de un congreso de reanimación habrá que preguntarse si tanto jolgorio estuvo realmente justificado.
«Equipo de trabajo»
El piscolabis fue sustituido ayer por raciones de primeras intenciones servidas directamente por cada consejero y consejera. Abrió el turno el propio lehendakari, que explicó que había utilizado la reunión informal para recordar a su Gobierno que «somos un equipo de trabajo y hay que responder a la situación actual con trabajo en equipo». Urkullu no quiso dejar pasar el momento sin agradecer personalmente a Patxi López que el traspaso de poderes se había realizado de forma exquisita. Una idea en la que después abundaron fuentes de Lehendakaritza, asegurando que el calificativo era extensible a todos los departamentos.
Josu Erkoreka mostró la esperanza de que lo aprendido en sus funciones de portavoz del PNV en el Congreso le fuera de utilidad en su nueva labor de poner voz y explicaciones políticas a las decisiones del Gobierno. Para su cargo al frente de Administración Pública reivindicó su condición de funcionario y defendió que el sector público tiene que generar valor público. Se mostró partidario del modelo nórdico, «alejado de otros modelos que no son dignos de tomar en consideración».
Su compañera en el Congreso y ahora en el Gobierno, Arantza Tapia, consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, aseguró que su labor será «poner al país en el lugar que le corresponde», con el objeto de «llevar el bienestar a la sociedad» y proteger a la ciudadanía.
Juan María Aburto fue quien abrió el campo a los agradecimientos. Lo hizo primero al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, con quien ha trabajado 18 años, y luego al lehendakari por haber confiado en él. Las menciones a Urkullu fueron repetidas ya por el resto de consejeros. Aburto dijo que los dos elementos que integran a una persona en la sociedad son el empleo y la vivienda y aseguró estar abierto a pactos para dos grandes planes en ambas materias. Además manifestó que le gustaría que todos los sindicatos se sumaran a la mesa de diálogo social.
También se mostró abierto a pactos el nuevo consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, necesitado de ellos para poder aprobar los Presupuestos de 2013, tarea en la que aseguró que se sumergiría de inmediato junto al equipo que ya estaba diseñando.
Cristina Uriarte, consejera de Educación, Política Lingüística y Cultura, quiso dejar claro que «soy independiente. Muy nueva en este mundo». Y junto al agradecimiento al lehendakari hizo otro a su antecesora, Isabel Celáa, por entender que «ha hecho un buen trabajo».
Vuelta a la Policía civil
La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, no tiene experiencia en el área pero parece llegar con las ideas claras. Aseguró que nos encontramos en «un momento histórico», en «una situación muy esperanzadora», y abogó por volver a los «orígenes de la Ertzaintza», para lograr que sea «una policía civil, del pueblo y al servicio del pueblo».
Si lo que antes era Interior ahora es Seguridad, lo que antes era el Departamento de Sanidad ahora es el de Salud. Y su titular, Jon Darpón, espera que el cambio de nombre conlleve también una forma de trabajar más trasversal y amplia.
La última en comparecer fue la titular de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, que hizo extensivos sus agradecimientos a su familia y a los consejeros Patxi Ormazabal, Esther Solabarrieta y el difunto Sabin Intxaurraga, todos ellos de EA, que «fueron mis jefes y lo que aprendí con ellos me ha traído aquí». Abogó por una estrategia territorial global, que cuente con el compromiso y la complicidad de todos los niveles, desde las juntas administrativas de Araba, a los organismos internacionales.
Y mientras los consejeros hablaban, merodeaba por allí Jesús Peña, que será secretario general de Presidencia de Iñigo Urkullu, como lo fue antes con Juan José Ibarretxe y José Antonio Ardanza. Toda una vida en Ajuria Enea. Una muestra más de que el PNV vuelve a casa.
El nuevo Ejecutivo celebrará hoy su primer Consejo de Gobierno. Abordará el pago de la «extra» de diciembre a los funcionarios y el copago de recetas, pero solo se esperan decisiones en el terreno de los nombramientos y ceses de altos cargos.
Iñigo Urkullu se incorporó ayer a la reunión del EBB una hora después de su inicio y en condición de lehendakari, ya no como su presidente. La dirección jeltzale abordó en el encuentro la propuesta de calendario para la elección del nuevo presidente, que someterán próximamente a la consideración de la Asamblea Nacional en la esperanza de poder acortar los plazos al mínimo. Todos los datos apuntan a que existe un consenso en torno a que el puesto lo ocupe Andoni Ortuzar. El PNV también debe sustituir a los dos diputados del Congreso que se han incorporado al Gobierno, así como a los parlamentarios. En todos los casos se cuenta con limitarse a correr las listas. GARA