El sindicato LAB compareció ayer en Donostia para valorar el discurso de investidura de Iñigo Urkullu como nuevo lehendakari y para plantearle una serie de propuestas para «hacer una apuesta de país que nos sitúe con voz propia en el proceso de construcción europea y nos acerque a los índices de empleo, protección social, presión fiscal y gasto social existentes en países de similar renta a la nuestra».

En una comparacencia en la que participaron Ainhoa Etxaide, Bea Martxueta y Jabi Garnika, el sindicato abertzale propuso varias iniciativas al nuevo mandatario de Ajuria Enea. Entre otras iniciativas, LAB abogó por «plantarse ante las políticas impuestas desde Madrid, porque hay suficiente fuerza en el parlamento y, sobre todo, hay una mayoría social dispuesta a ello». Asimismo, propuso «dar marcha atrás a los recortes» del anterior Gobierno del PSE.

Finalmente, la central destacó la necesidad de «presentar un programa para el cambio», para lo que aportó una serie de propuestas como la elaboración de unos presupuestos «en función de la demanda social», fomentar «la equidad fiscal», priorizar «la inversión pública y privada en favor del tejido productivo», «construir una red pública de servicios sociales», «crear un sistema financiero público vasco, para lo cual es fundamental revertir el proceso insensato de privatización de las cajas y blindar el ámbito vasco de actuación». En este sentido, hicieron referencia a la soberanía, apostando por la adopción de «cuantas iniciativas políticas sean precisas para conseguir nuestra plena capacidad de decisión en materia económica y sociolaboral y la construcción del marco vasco de relaciones laborales y protección social».

Ainhoa Etxaide afirmó que la adopción de esta medidas «sería una apuesta por generar grandes acuerdos y por buscar la única salida real a la crisis». Insistió entonces en que «hay alternativa» y en que «si hay voluntad política, se pueden tomar decisiones». En ese momento hizo referencia a la decisión de la Diputación de Gipuzkoa en relación a la paga extra de sus trabajadores.

Desconfianza total

Sin embargo, el sindicato LAB mostró una absoluta desconfianza en que sus propuestas sean atendidas por Urkullu, «cuyo proyecto perpetúa la crisis». Se apoyó para ello en su discurso de investidura, en el que, según la central, «no se hizo ninguna crítica a los recortes y reformas aplicados por el Estado, ni tampoco a la gestión de Patxi López». También lamentó el sindicato que el nuevo mandatario «no hizo ningún diagnóstico sobre las verdaderas necesidades de la economía vasca y su tejido productivo».

LAB denunció que Urkullu tampoco hizo referencia «a los verdaderos responsables de la crisis, al sector financiero y la banca, ni tampocoa a la clase política que lo consintió».