La retirada por parte del PSE de su enmienda a la totalidad a los presupuestos de Gipuzkoa despeja aún más el camino a las cuentas presentadas por la Diputación, que ya contaban con buena parte de la senda desbrozada desde el momento en el que el PNV anunció que presentaría enmiendas parciales.

El pleno de las Juntas Generales solventó ayer sin sobresaltos el primer capítulo, rechazando la única enmienda a la totalidad que se mantenía en pie, la del PP. Bildu y Aralar votaron en contra, mientras que PNV y PSE se abstuvieron. Puro trámite.

La partida se juega a tres bandas. El PNV aspira a interpretar el papel de «oposición responsable», pero sin ceder en la construcción de la incineradora. El Gobierno de Bildu busca aprobar las cuentas y dar imagen de mano tendida, pero rechaza la quema de residuos. Y el PSE quiere ser un partido relevante y no una comparsa, para lo cual necesita alcanzar acuerdos con el Ejecutivo, pero hay ciertas líneas que, al menos por ahora, no va a traspasar.

Fruto de estas posiciones, el PNV presentó 91 enmiendas parciales, por valor de 24 millones, si bien 17 -casi tres cuartas partes- estarían destinados a una única enmienda, la de la incineradora. Esta partida ya cuenta con el respaldo del PP.

Romero: «Punto de inflexión»

El PSE presentó una enmienda a la totalidad la pasada semana, si bien ya adelantó que estaba abierto a la negociación. Dicho y hecho, su portavoz, Rafaela Romero, anunció la retirada durante su intervención en el estrado. Romero aseguró que las negociaciones entre Bildu y PSE para respaldar conjuntamente las cuentas se rompieron en la noche del domingo, cuando la coalición abertzale supeditó el acuerdo a que el PSE no apoyara la propuesta jeltzale.

«Los socialistas queríamos caminar primero en la recuperación de Gipuzkoa. Luego ya vendría solventar, entre todos, los desencuentros en residuos o en financiación de carreteras», explicó antes de insistir en que su grupo mantiene la mano tendida para lograr «un acuerdo extraordinario» que marque «un punto de inflexión en la gestión» de Gipuzkoa.

Garitano: «Factores externos»

El diputado general, Martin Garitano, defendió que el proyecto presupuestario es «adecuado para responder a la situación actual» y aseguró que su Ejecutivo «ha dejado clara su voluntad para negociar y llegar a acuerdos» con la oposición.

En este sentido, valoró «la voluntad para llegar a acuerdos y superar obstáculos» del PSE, «pese a que todavía no ha sido posible lograr un acuerdo total porque los factores externos han pesado demasiado».

Garitano realizó un llamamiento a «seguir ahondando en esa vía» porque Gipuzkoa «debe tener unos presupuestos progresistas en 2013 por encima de diferencias y desacuerdos».

El diputado general abogó por sacar de la agenda presupuestaria «los temas más conflictivos. Creo que seremos capaces de sacar un proyecto de presupuestos bueno para todos. El asunto no es quién se rinde, sino acordar y consensuar entre todos, y para ello no se pueden poner condiciones que son insuperables para los demás».

Desde el PNV, Markel Olano apuntó que en la actual coyuntura económica «hay que intentar posibilitar la aprobación de los presupuestos de todas las entidades públicas vascas».

No obstante, criticó que «Bildu ha tenido una postura antidemocrática en la gestión de los residuos, ya que no respeta lo que la mayoría de las Juntas decidió en torno al Pigrug» y «han hecho trampas para hacer frente a esa norma foral, una postura inaceptable».