Después de una primera serie de ataques que causó 19 muertes y decenas de heridos el pasado domingo, sobre todo en el norte del país, ayer otra cadena de atentados dejó al menos otras 48 víctimas mortales y más de un centenar de heridos. Hoy se cumple un año de la salida de las tropas de Estados Unidos que ocuparon el país y los atentados siguen siendo casi diarios con balances mensuales que pasan del centenar de muertos.

El ataque más mortal de ayer se produjo en un barrio al norte de Bagdad, donde un coche bomba estalló en un concesionario de automóviles, causando once muertos y 40 heridos en medio de incendios y explosiones. En el centro de la capital otro civil murió por la explosión de otro coche bomba.

Otro coche bomba mató a siete personas en Khaznah, una ciudad de mayoría chií cercana a Mosul que se ha convertido en blanco de Al Qaeda. En el propio Mosul hombres armados mataron a un soldado y en Tuz Kurmatu otros dos atentados con coche bomba contra una mezquita chií dejaron otros cinco muertos. Tres bombas más estallaron en una carretera cerca de Bakuba y dos kurdos murieron en un ataque en Baladruz.

Percepción y estadísticas

Khaznah y Tuz Kurmatu forman parte de zonas que disputan el gobierno central y las autoridades del Kurdistán autónomo, una situación en tensión agravada por los atentados. En el norte de Bagdad, una bomba mató a tres soldados al paso de una patrulla, mientras en una autovía al oeste de Tikrit varios hombres armados mataron a un policía y, tras abandonar su vehículo, lo hicieron estallar matando a otros cinco agentes.

«La situación de seguridad está empeorando» denuncia Duniya, un empleado de hotel cercano a uno de los atentados. Sin embargo, según las estadísticas oficiales, las fuerzas de seguridad iraquíes han conseguido impedir una explosión de la violencia tras la salida de los soldados estadounidenses, ya que en los primeros once meses del año se han registrado menos víctimas mortales que en el mismo período de 2011. «El estado de seguridad no ha cambiado fundamentalmente a pesar de la retirada americana y eso ya es destacable» subraya Joost Hiltermann, director adjunto del servicio de Oriente de Medio del International Crisis Group.