La Comisión de Planificación y Construcción Regional del Ministerio israelí del Interior aprobó ayer la construcción de 1.500 nuevas viviendas en el asentamiento de Ramat Shlomo, en el norte de Jerusalén Este. La solicitud fue presentada hace aproximadamente año y medio, durante la visita a Israel del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, pero la polémica diplomática suscitada obligó a las autoridades a aplazar la iniciativa.

Sin embargo, las autoridades israelíes la reactivan ahora en represalia por el reconocimiento en la Asamblea General de la ONU de Palestina como estado observador no miembro.

La Autoridad Palestina denunció que demuestra que Israel no escucha la voluntad de la comunidad internacional». «Condenamos en los términos más firmes posibles estas acciones israelíes y la determinación de Israel de seguir ampliando los asentamientos y en el proceso minar la solución de dos estados», criticó el negociador jefe palestino, Saeb Erekat. «Se trata de pasos muy peligrosos y alarmantes», añadió Erekat, para quien «el Gobierno israelí está mostrando su determinación para contravenir la voluntad de la comunidad internacional».