La multitudinaria cena celebrada por Aimar Olaizola con amigos y familiares en la sidrería Alorrenea de Astigarraga puso fin a un Campeonato del Cuatro y Medio que se ha prolongado durante más de dos meses y que coronó al delantero de Goizueta como el mejor pelotari de la distancia en la actualidad. Aimar se adjudicó su sexta txapela ganando los cinco partidos que ha disputado en la competición y dejando en menos de 15 tantos al rival en cuatro de ellos. Martínez de Irujo ha sido, en la semifinal, el contrario que más tantos le ha metido, 18.

La figura del campeón volvió a ser el foco de atención durante el día después, en el que las dos principales lecturas de lo sucedido en el Ogeta se centraron en la capacidad del goizuetarra para dar lo mejor de sí en las grandes finales -ha ganado las seis que ha disputado en la jaula- y en considerarle como el mejor pelotari de la historia en la modalidad del Cuatro y Medio.

Respecto al primer punto, resulta clarificador el análisis de Pablito Berasaluze, tercer clasificado de la presente edición, recogido por los diarios del Grupo Noticias. «Parece imposible derrotar» a Olaizola II, afirma el de Berriz, en «una distancia que le va como anillo al dedo». «Aimar hizo todo perfecto», añade, porque «si nos pusiéramos a ver de nuevo el encuentro apenas se le pueden achacar errores». «Un auténtico caballo ganador», «el número uno de la actualidad» y «un seguro en defensa» son otros de los piropos que dedica el menudo delantero en un texto cuyo titular no deja lugar a dudas: «Olaizola II es el mejor».

Otro hombre que conoce perfectamente el trabajo diario de Olaizola II, Rubén Beloki, escribía en «Diario de Navarra» haber visto «como en los últimos tiempos» a Olaizola II: «Es un pelotari que sale muy centrado a la cancha, y que no sale ni un milímetro del partido». Por ello, el exzaguero de Burlata se reafirma en que «Aimar está ahora mismo un par de puntos por encima de los demás».

Que Aimar sea el mejor pelotari de todos los tiempos en la modalidad, en cambio, es una afirmación que crea más dudas. Los que defienden esa tesis tienen como gran argumento las seis txapelas ganadas por el de Goizueta en la jaula, superando las cuatro de Julián Retegi. Pero como se apuntaba en este diario en las jornadas previas a la final, y recordaba ayer el cronista del «Diario Vasco» Joseba Lezeta, la comparación no es nada justa.

Tras cuatro ediciones en los años cincuenta del siglo pasado, el Campeonato del Cuatro y Medio se retomó en 1989, para cuando Retegi II tenía ya 35 años, llevaba 15 como profesional y había ganado 9 txapelas en el Manomanista. De hecho, ganó las tres primeras ediciones, buen ejemplo del dominio que hubiera podido demostrar en la década anterior.

A favor de Aimar cabe decir que, a sus 33 años, todavía tiene muchos por delante para seguir alimentando el debate. Ojalá sea así para el bien de la pelota.